Históricamente el sector de la automoción se ha caracterizado desde sus inicios por una marcada presencia masculina en todas las ramificaciones del mismo, desde la vertiente industrial hasta la comercial. Con el paso de los años el sector femenino ha tomando una mayor relevancia hasta el punto de igualarse así a la presencia masculina. No obstante, según un informe publicado por el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) el diseño de los coches continua centrándose en la fisionomía masculina a la hora de aportar avances sobre seguridad, algo que no repercute positivamente en el porcentaje específico de la clientela femenina.
En el informe publicado por la institución española hace especial hincapié en las necesidades propias según las diferencias físicas y fisiológicas entre géneros, con la vista puesta principalmente en los modelos de vehículos que saldrán al mercado a medio-largo plazo, apoyando un sistema de transporte más eficiente y, sobre todo, autónomo.
Según se especifica en esta publicación, los automóviles actuales no están diseñados específicamente pensando en las características físicas y el papel que desempeña el público femenino durante los primeros compases de la vida de un recién nacido, así como durante la gestación. Por estos motivos una parte importante del desarrollo de los automóviles de próxima generación deberían realizarse bajo el amparo de estos nuevos parámetros establecidos por la institución valenciana -y otros estamentos europeos-, en el que se hace especial énfasis sobre las dotaciones tecnológicas del propio vehículo.
La perceptiva guía explica sus razones a través del muestreo de datos en casos de accidente. Bajo este criterio, según aportan, una mujer tendrá un 71% más de probabilidades de sufrir lesiones leves y un 47% de padecer secuelas graves.
Entre todo, la posibilidad de mortalidad también es mayor, situándose un 17% por encima en el caso del género femenino. Para la realización del estudio han basado sus criterios en parámetros tales como la altura, el peso y el comportamiento del cinturón de seguridad según la fuerza generada en el impacto. Con ello la conclusión ha sido unánime: el diseño de los coches actuales no está orquestado bajo cánones que respeten la fisionomía femenina.
Con estos datos en la mano, el Instituto de Biomecánica amparado bajo el proyecto europeo Diamond, ha presentado una guía específica en la que se recopilan los diferentes avances que debe hacerse en los vehículos autónomos de próxima generación. En la exposición de las mencionadas especificaciones, además de enfocarse sobre el género femenino, también hace lo propio con otro tipo de segmentaciones de edad y fisionomías, tales como niños pequeños o que presenten algún tipo de minusvalía física.
Uno de los aportes más destacables que presenta esta guía se refiere a la necesidad de crear mayores espacios interiores donde se pueda flexibilizar las ubicaciones o la combinación de los diferentes elementos internos, tales como asientos o -de ser posible- mesas interiores, todo de cara a mejorar la interacción entre los pasajeros. Esto iría en consonancia con otros elementos de menor calado como la adaptación de la iluminación interior a diferentes factores o situaciones.
Según asegura Begoña Mateo, coordinadora del proyecto: "Cualquier persona que se acerque a este trabajo, independientemente de si es un profesional del diseño, un fabricante de automóviles o un cargo público, comprenderá la importancia de incorporar esta información para desarrollar mejores vehículos, además de encontrar nuevas ideas y conceptos que podrá aplicar a su trabajo". Este está publicado en su web oficial y se puede leer en varios idiomas como español, francés e inglés.