En el diseño de la mayoría de los coches eléctricos de hoy en día, se prescinde de la parrilla delantera abierta que en un coche de combustión sirve para ventilar el radiador del circuito de refrigeración. Un motor eléctrico se calienta y necesita refrigerarse, pero sus mecanismos para conseguirlo son diferentes. De hecho, en cada vez más modelos, el motor o los motores se sitúan en los ejes lo que quiere decir que la rejilla en el frontal tiene todavía menos razón de ser. BMW no es una excepción, pero en su caso, los dos riñones que siempre han formado la parrilla no son solo un agujero de ventilación, son una seña de identidad. Según el jefe del departamento de diseño de BMW, Domagoj Dukec, seguirán en su parte delantera, incluso aunque sus coches eléctricos no los necesiten.
Desde hace 90 años, si algo distingue a un BMW del resto de los modelos de la competencia sin tener que mirar la insignia que lo adorna es la doble parrilla en forma de riñón que todos los coches de la marca bávara exhiben en su frontal. Por mucho que hayan evolucionado las modas y las tendencias de diseño, este elemento siempre ha permanecido en su lugar, adoptando diferentes aspectos en función de la época. Desde los modelos más sencillos con los motores más pequeños, hasta una gran berlina de seis cilindros, todos recurren a este sello para enmarcar la parrilla de refrigeración.
Cuando BMW comenzó a utilizarlo, había una gran diferencia con las rejillas clásicas que empleaban otros fabricantes. De hecho, "separar la rejilla de refrigeración en dos no era la forma más eficiente de introducir aire al motor, pero fue una solución estética", asegura Dukec. Con la llegada de la electrificación, el cambio en la distribución de los componentes mecánicos de los vehículos y la búsqueda de una gran eficiencia, este sello de identidad podría empezar a "molestar", y llevar a los equipos de diseño a priorizar la función sobre la forma.
La gama de modelos de BMW crecerá en esta década con la incorporación de las nuevas tecnologías de electrificación. Según su plan de ventas, el fabricante espera que se duplique la demanda de coches híbridos y eléctricos para el año 2021. En 2023, la compañía tiene previsto ofrecer 25 modelos electrificados, de los cuales 13 serán coches completamente eléctricos como el iX3, el iNext y el BMW i4.
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Dukec no ve necesario eliminar del diseño la parrilla de doble riñón, ni cree que suponga una restricción a las necesidades de diseño de BMW. La imaginación de sus equipos de diseño modificará su forma y sus dimensiones para garantizar que se adapte bien al carácter de cada automóvil. De hecho en los modelos ya presentados, la parrilla ya ha "sufrido" algunos cambios. En el iX3 es enorme, cerrada y elimina la división central uniendo los dos riñones. En los prototipos, la del iNext era similar, pero por ahora solo se sabe que existe, aunque todavía está por descubrir, puesto que sus mulas de prueba han rodado muy camufladas, ocultando este detalle. Por último, la del BMW i4 también parece que será inmensa, y, por ahora, dividida en dos.
Dukec tiene un mensaje para para aquellos que critican el gran tamaño de las recientes rejillas de BMW: "En el pasado, algunas personas se quejaban de que nuestras parrillas no se extendían de izquierda a derecha como en otras marcas. Todos los que aman a BMW se acostumbrarán a ellas. Las personas que se quejan, a menudo, no son nuestros clientes".
Una parrilla para cada rol, un espíritu común
Dentro de BMW, tres son las divisiones que configuran las líneas de producto: la marca principal, «M» e «i». Esta estructura podría dar paso a tres identidades de diseño distintas y diferenciadoras. Sin embargo, Dukec asegura "no querer crear tres universos con tres marcas con diferentes personajes". Su intención es fortalecer la marca principal con la ayuda de dos sub marcas con roles diferentes. Los coches se apellidarán «4, i4 o M4» pero tendrá a BMW como nombre común que es lo que une a todos sus clientes: "les encanta BMW".