Una de los principales inconvenientes a los que aún se enfrentan los coches eléctricos para su implantación en el mercado a nivel masivo es, sin duda, su precio de adquisición. Entre dos modelos homólogos o equivalentes, uno de combustión y otro eléctrico, este último sigue teniendo un coste de adquisición notablemente superior que muchos clientes todavía no pueden o no están dispuestos a afrontar. Una situación que, según el CEO de Jaguar Land Rover, no cambiará a corto plazo.
Ralf Speth, jefe de Jaguar Land Rover, ha asegurado que el precio de las baterías no se reducirá en, al menos, los próximos cinco años. En unas declaraciones que recogen los compañeros de Autocar, Speth dice estar convencido de que los automóviles eléctricos son el futuro, pero asegura que no se reducirá su precio en los próximos 3-5 años. Según Speth, «necesitamos una red de carga más densa, de más calidad y más numerosa, que esté más estandarizada y proporcione una carga más rápida». Además, llevándolo a su país, también hizo un llamamiento para conseguir «una buena infraestructura en todo el país, no solamente en Londres».
Una infraestructura de recarga que irá aumentado y poniéndose al día, según el CEO de Jaguar Land Rover, conforme haya más fabricantes que vendan más coches eléctricos. Según Speth, con mayor demanda de eléctricos, llegará también una mejor infraestructura de cargadores: «llegará más tarde, pero llegará».
Una de las consecuencias de tener una mejor infraestructura de recarga es que permitirá una mayor seguridad y tranquilidad para los conductores, que dispondrán de más puntos donde recargar su vehículo eléctrico. La otra es que, con una red de recarga más numerosa, los fabricantes no tendrán que montar baterías tan grandes como las que se instalan actualmente, lo que reduciría notablemente el precio de compra del vehículo (recordemos que la batería es el componente más caro en un coche eléctrico).
La necesidad de implantar baterías tan grandes es para Speth una de las causas que llevan a que el precio de los coches eléctricos siga siendo «demasiado alto», ya que necesitamos una gran autonomía. Aumentando la infraestructura se reduciría (obviamente) la distancia entre dos puntos de recarga, por lo que se podrían equipar baterías más pequeñas y reducir el precio.
La idea de aumentar el número de cargadores para reducir la distancia entre los mismos es una perogrullada; algo que no por ser tan evidente deja de ser cierto. Sin embargo, es un proceso que requiere tiempo en el que distintos fabricantes trabajan ya para seguir mejorando la infraestructura: Tesla no deja de aumentar su red de Supercargadores, mejorando al mismo tiempo la potencia de carga, y el consorcio Ionity tiene previsto instalar 400 cargadores ultrarrápidos en las autopistas europeas. Volkswagen, por su parte, quiere tener instalados 36.000 puntos de recarga para el 2025 (de los cuales 11.000 estarán en concesionarios de la marca).
En cuanto al coste de las baterías, los fabricantes son bastante recelosos a la hora de dar a conocer el dato del coste por kWh. Es uno de sus secretos mejor guardados, pero ello no evita que tengamos algunas pistas. Según The New York Times, varios ejecutivos de Volkswagen afirman que la compañía alemana ya está comprando las baterías del nuevo ID.3 por menos de 90 €/kWh (100 $/kWh), cifra que muchos habían fijado como punto de inflexión para reducir el precio del coche eléctrico. Una cifra que, por otra parte, Tesla ya dijo haber alcanzado el año pasado.
En España, aunque las matriculaciones de coches eléctricos no deja de crecer -a pesar de la recesión del mercado a nivel general-, la cuota de mercado sigue siendo baja: los eléctricos apenas representan el 0,7% del total. En cuanto a Jaguar Land Rover, el grupo británico de capital indio, tiene actualmente en el mercado el Jaguar I-Pace eléctrico, que en nuestro país tiene un precio de partida de 80.400 euros.