Toyota ha firmado un acuerdo para el suministro de las baterías de sus vehículos eléctricos con el fabricante chino CATL (Contemporary Amperex Technology), que forma parte de un convenio de colaboración más amplio. El desarrollo tecnológico de las baterías y los sistemas para el reciclaje y la reutilización mediante programas de segunda vida de las baterías, también están en su punto de mira.
En el comunicado emitido por Toyota en el que confirma esta asociación, el fabricante afirma que el objetivo de este acuerdo es asegurarse un suministro estable de baterías, un paso fundamental y necesario para avanzar, en paralelo, con el desarrollo de la tecnología de las baterías, con mayor énfasis en las de electrolito sólido, para avanzar cada vez más en la electrificación de los automóviles.
Toyota está siguiendo una estrategia diferente al de otros fabricantes en la electrificación de sus coches. Después de muchos años desarrollando y liderando la tecnología híbrida, el fabricante japonés no se ha lanzado a competir en un primer estadio de desarrollo de los coches totalmente eléctricos. Su apuesta es a largo plazo. Mientras que por un lado ha seguido amortizando su inversión en la hibridación, ha apostado por una tecnología, como es la del hidrógeno, que arrastra un desarrollo más lento y que con mucha probabilidad, acabará siendo utilizada sobre todo en grandes vehículos de transporte de mercancías y personas.
Esto no significa que haya rechazado ofrecer en su catálogo modelos totalmente eléctricos alimentados por baterías en los próximos años. Pero no ha apostado por ellos hasta que no han sido capaces de ofrecer mayores autonomías y tiempos de recarga acorde con las necesidades de los usuarios. Algo que ya está empezando a suceder. Toyota pretende vender 5,5 millones de vehículos eléctricos en cinco años. En esta cuenta se incluye un mix de tecnologías entre las que se encuentran vehículos híbridos completos (HEV), híbridos enchufables (PHEV), eléctricos de batería (BEV) y eléctricos de pila de combustible de hidrógeno (FCEV). De ellos, estima que un millón serán eléctricos puros. Este objetivo pasa por desarrollar una batería de estado sólido para el próximo verano.
Hace unas semanas, Toyota anunció también su alianza con el fabricante chino BYD, para desarrollar coches eléctricos de distintos segmentos de forma conjunta, que se ofrecerán en el mercado chino bajo la marca japonesa. Además, se rumorea que planea formar una empresa conjunta a partir del próximo año con Panasonic. El principal proveedor de batería de Tesla ya proporciona celdas de litio para los híbridos de Toyota, incluido el Prius híbrido enchufable.
En 2017, CATL superó a Panasonic como el mayor proveedor mundial de baterías para vehículos eléctricos gracias a la creciente demanda del mercado chino. Además, cuenta entre sus clientes con fabricantes como BMW y Volkswagen con planes de electrificación muy ambiciosos para los próximos años.
El Grupo Volkswagen lanzará 27 modelos basados en la plataforma MEB antes de que finalice 2022. Siete de ellos se fabricarán en Europa y se comercializarán bajo la insignia de Volkswagen. En el caso de BMW lanzará hasta 25 modelos electrificados en los próximos 4 años, hasta 2023, de los cuales más de la mitad serán 100% eléctricos.
Estrategias de suministro
Para cubrir la demanda de baterías y electrificar buena parte de su catálogo, los fabricantes de automóviles están optando principalmente por dos estrategias. La primera, que en la mayoría de los casos es la más habitual, es recurrir al mercado existente y cerrar acuerdos con los proveedores existentes, sobre todo asiáticos, para asegurarse el suministro. La segunda, más compleja y cara, es establecer sus propios centros de fabricación para los que, habitualmente, necesitan un tiempo de desarrollo bastante largo, por lo que, mientras, han de recurrir a la primera opción.
En opinión de Tatsuo Yoshida, analista de Sawakami Asset Management la asociación entre fabricantes de automóviles y los suministradores de baterías "es un movimiento natural en el escenario de actual de electrificación de la industria".
Las restricciones provocadas por la capacidad de producción actual y el limitado acceso a algunas de las materias primeas fundamentales supone actualmente el principal cuello de botella para fabricantes y suministradores. El Grupo Volkswagen, por ejemplo, ha anunciado que se ha asegurado este suministro con el cierre de acuerdos con LG Chem, Samsung y SK Innovation para proveerse de las baterías para sus fábricas europeas, y CATL y SK Innovation para el mercado chino.