Durante las últimas semanas ha habido mucho revuelo con los intentos de Tesla por desbancar el récord del Porsche Taycan en Nürburgring, aunque de momento no ha tenido resultado exitoso. Seamos sinceros: querer ganar a Porsche en los circuitos es apuntar muy alto. Lejos de esa disputa, divertida para algunos y absurda para otros, está claro que el Taycan ha llegado para batir al hasta ahora coche eléctrico de referencia: el Tesla Model S. En Top Gear han querido compararlos y descubrir cuál es el coche eléctrico definitivo, para lo cual los han enfrentado en una carrera de aceleración... Y mucho más.
Para ello se fueron con un Model S Performance desde Londres hasta Stuttgart, la casa de Porsche. La primera prueba fue una carrera de aceleración en un cuarto de milla, donde el resultado fue muy ajustado. El Porsche Taycan Turbo S acaba ganando por un pequeño margen, aunque el Model S Performance no queda lejos. En cualquier caso, y con ambos modelos superando los 700 caballos de potencia, la aceleración es fulgurante y ambos consiguen hacer el 0-160 km/h en escasos seis segundos.
Evidentemente, no todo es cuestión de aceleración. Para Jack Rix, el Porsche gana por goleada cuando hablamos de dinámica de conducción. La dirección es más directa y con mejor tacto que la del Tesla, y resulta «familiar», recordándole a otros modelos de Porsche. Además tiene un comportamiento excelente -a pesar de sus 2,3 toneladas- gracias, entre otras cosas, al reglaje de la suspensión neumática, la dirección en las cuatro ruedas y las barras estabilizadoras activas.
Otro punto a favor son los frenos carbocerámicos (de serie en el Turbo S), mucho más potentes y con mejor tacto que los del Tesla. Según Rix, la mayor parte del tiempo se sienten como si en todo momento actuasen los frenos reales, la pastilla contra el disco, cuando esto no es así salvo en las frenadas más potentes. Todo ello acompañado de un habitáculo con la calidad típicamente Porsche, de un nivel altísimo. La calidad de acabados y la meticulosidad en los detalles es algo en lo que pocos pueden superar al fabricante alemán, y Tesla no es uno de ellos.
No obstante, el Tesla Model S Performance tiene también buenas cartas para defenderse en la partida contra el Taycan Turbo S. Para empezar, una autonomía mucho mayor que el Taycan: el Model S Performance alcanza los 593 kilómetros (WLTP), frente a los 412 km del Porsche. El modelo estadounidense recarga a menos potencia que el alemán (150 vs 270 kW), pero la red de Supercargadores Tesla es mucho más amplia a día de hoy.
A pesar del apellido Performance, y de sus abrumadoras prestaciones, el Tesla está un paso por detrás en dinámica de conducción. Para Top Gear, la dirección es rápida pero poco comunicativa, los frenos no son tan potentes como les gustaría y la carrocería cabecea y balancea más en los giros. En definitiva, el Tesla tiene una puesta a punto más enfocada al confort y los viajes por autopista.
Donde el Tesla gana por auténtica goleada es en el espacio disponible, tanto en el habitáculo como en el maletero. Quizá sus acabados no estén al nivel del Porsche pero lo compensa ofreciendo tres plazas traseras reales, además con más espacio para las piernas, y mayor anchura que en el Porsche en todas las plazas. A eso hay que sumar el enorme maletero del Model S, con 895 litros de capacidad total (745+150) si sumamos ambos maleteros. El Taycan se queda en 447 litros, prácticamente la mitad.
Y por último, pero no menos importante, el precio. Realmente, el cliente potencial de uno y otro modelo probablemente no tengan el mismo perfil -los coches tienen enfoques diferentes también- pero al final ambos se plantean comprar un eléctrico de altos vuelos. En cualquier caso, la diferencia aquí es muy importante ya que el Tesla Model S Performance cuesta 104.700 euros en España, frente a los 189.528 euros que pide Porsche por el Taycan Turbo S.