Un estudio, financiado en su mayoría por la Unión Europea, recientemente ha encontrado un método de extracción efectivo y posterior tratamiento del litio de los grandes yacimientos geotérmicos repartidos por el subsuelo de la región francesa de Alsacia. Los trabajos, además, han conseguido también establecer un modelo de predicción que permiten estimar una cantidad de litio en una zona en concreto. Este material es el componente clave de la batería en un coche eléctrico.
El proyecto, denominado EuGeLi (de European Geothermal Lithium Brine), dio comienzo en enero de 2019, y se ha prolongado hasta finales del pasado diciembre de 2021. En total han sido nueve empresas las que han participado en él, aunque el principal actor del mismo ha sido la propia Unión Europea a través del instituto EIT-Raw Materials, que con una aportación de 3,9 millones de euros han aportado el 85 % de los fondos necesarios para su financiación.
De momento las pruebas piloto han tenido lugar en la planta geotérmica de Soultz-sous-Forêts, al norte de Francia, a pocos kilómetros de la frontera con Alemania. El cometido de la planta en el proyecto, sin embargo, no es más que el de demostrar que el litio que se encuentra diluido en el agua del subsuelo de la región se puede extraer, por lo que donde finalmente se instalen las plantas encargadas de extraerlo deberá determinarse en el estudio de viabilidad económica.
Según comenta el propio instituto, han sido dos líneas principales las que se han dividido los trabajos. La primera se ha centrado en encontrar un modelo de predicción que permita certificar una presencia de litio mínima para así justificar el emplazamiento de un proyecto de estas dimensiones en una zona en concreto. Gracias al análisis de parámetros geológicos, como el origen del litio, la temperatura del agua y la composición de las rocas del subsuelo, es posible determinar el volumen de litio de cada zona que se postule para la ubicación de una posible planta geotérmica en el futuro.
No obstante el principal reto del proyecto tenía un componente técnico y químico, éste relativo a la segunda línea de trabajo. Como en toda explotación de este tipo, se ha de encontrar un procedimiento adecuado mediante el que extraer el carbonato de litio de los depósitos geotérmicos de agua de la región, ya que cada yacimiento geotérmico propone unas condiciones diferentes que dificultan su extracción en mayor o menor medida. Lo que ha hecho el equipo del EuGeli ha sido, en esencia, adaptar el método de extracción de unos los yacimientos de litio más importantes de Argentina a las imposiciones naturales de la ubicación francesa, cuyas características geológicas son similares.
Habiendo conseguido producir ya varios kilos del material deseado en condiciones de temperatura y presión atmosféricas, el próximo paso para el proyecto reside en encontrar un modelo económico que haga viable y competitiva la extracción del litio del subsuelo de Alsancia a escala industrial, y llevarlo a cabo además bajo la determinación de alimentar los equipos necesarios con energías renovables.
Aunque el proyecto de Alsacia no supone más que un primer paso hacia la confirmación de un posible punto de extracción más, este proyecto debería derivar a la explotación de al menos un punto de extracción cuya actividad debería dar comienzo en los próximos años.
Con China teniendo asegurado el abastecimiento de litio para los próximos años, y con Estados Unidos dando luz verde a cada vez más explotaciones de este material, Europa tiene entre sus máximas prioridades ser independiente en cuanto al abastecimiento de este preciado metal, que es clave para la producción de baterías para coches eléctricos y dispositivos tecnológicos.
De momento no disponemos de estimaciones en cuanto a cantidad de material en la región de Alsacia, pero tal y como apuntan desde El Diario, se estima que en 2035 la demanda de litio para baterías de coches eléctricos habrá aumentado 18 veces con respecto a la actualidad, mientras que si este tipo de proyectos geotermales acaban siendo más populares en Europa, en total tan sólo aportará entre el 20 y el 30 % del total necesario para satisfacer la demanda.
El principal problema de tipo de explotaciones reside en la percepción social de los mismos, que en muchos casos llega a paralizar el proyecto, ya que su extracción también ocasiona consecuencias medioambientales negativas para la zona, especialmente si la explotación tiene lugar a través de una mina a cielo abierto. Un ejemplo de ello es la mina de litio de Cáceres, que no encuentra viabilidad a pesar de ser uno de los yacimientos de litio más grandes de Europa.