El coche eléctrico sigue generando debate debido, sobre todo, a la autonomía que ofrece respecto a las alternativas basadas en combustibles fósiles. Pese a que se han realizado múltiples estudios desde su estandarización, parece que deben seguir realizándose investigaciones a este respecto. Una de las que más revuelo está causando es la efectuada por Consumer Reports. La clave de este informe radica en llevar a cabo pruebas de autonomía semejantes a un total de 5 coches eléctricos en 3 climas distintos.
Veamos, por tanto, cuáles son las conclusiones más interesantes que se han podido obtener, por qué la realización de estos informes pueden servir para convencer o alejar al público respecto a los vehículos eléctricos y, por supuesto, hasta qué punto la temperatura ambiental puede afectar a la autonomía en cada uno de los escenarios.
Cómo afecta la temperatura ambiental a la autonomía del coche eléctrico
El coche eléctrico se puede ver notablemente afectado por la temperatura ambiental. Se sabe que el frío no es el escenario ideal de esta tecnología, pero la presencia de un calor excesivo tampoco permite a esta tecnología rendir correctamente. En el estudio realizado por CR se han tenido en cuenta los datos obtenidos por el Ford Mustang Mach-E de rango extendido, Hyundai Ioniq 5, Tesla Model Y Long Range y el Volkswagen ID.4 Pro S. Se han tenido en cuenta 3 escenarios posibles, por lo que merece la pena conocer con más detalle cómo han sido los resultados.
Por término medio, se ha podido comprobar cómo el frío ha provocado caídas de autonomía en torno al 25% circulando a unos 112 km/h. El uso de bombas de calor se convierte en un elemento fundamental que afecta al kilometraje total a realizar por ciclo de carga completo. Del mismo modo, se ha podido saber que una temperatura próxima a los 26 grados centígrados es la que ha permitido disfrutar de un mayor rango. Tanto a más o menos temperatura, los ciclos se han reducido. Se debe tener en cuenta que se realizaban mismos recorridos y por la misma persona.
Un aspecto importante del estudio está directamente relacionado con el ciclo a realizar en función de los datos ofrecidos por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés). Este modelo se basa en un tipo de conducción mixto que tiene en cuenta un baremos de circulación por ciudad y carretera. Una conducción por carretera agota más la batería, por lo que no sería aplicable esta información.
De los automóviles utilizados, el modelo de Ford fue el que más se aproximó a las cifras de autonomía ofrecidas por el fabricante. El Tesla Model Y fue el segundo modelo que se acercó a los datos oficiales y, en tercer lugar, se situó el Hyundai Ioniq 5. La prueba de larga duración se llevó a cabo en febrero de 2022, repitiendo el procedimiento en abril y en agosto.
La ruta constaba de 228 kilómetros, distancia suficiente para comprobar cómo podría ser el comportamiento de cada modelo en función de la temperatura ambiente que había en el exterior del vehículo. El acondicionamiento de las baterías y del habitáculo, sin duda alguna, tuvo una incidencia directa en la autonomía de todos los modelos utilizados durante las pruebas.