A pesar de las buenas cifras cosechadas en distintos mercados a nivel de ventas, el coche eléctrico parece que tampoco se librará del impacto económico que la crisis sanitaria del COVID-19 está generando. Y es que muchos de los proveedores que abastecen a los principales fabricantes de coches eléctricos se están viendo en apuros.
Este mismo mes reportábamos que las ventas de coches eléctricos en Europa, se acercaban al 10 por ciento en los diez mejores países, quedándose la media de estos diez primeros en un 7,32% de cuota de mercado. De entre las marcas que más coches venden encontraríamos a Tesla encabezando la lista, con un 21% del total del coches eléctricos vendidos este año, lo que supone que de cada cinco coches eléctricos vendidos, uno sea un Tesla.
Distinta es la tónica si pasamos a tratar las matriculaciones de coches en general, no sólo de coches eléctricos que en España han llegado a caer hasta un 32% en junio de este año.
Este positivismo alrededor del coche eléctrico igualmente podría verse afectado por la crisis del Coronavirus, ya que aunque las ventas reflejen cierto aumento en esta primera mitad de año, el desarrollo y fabricación de coches eléctricos podría verse en peligro dado el impacto económico que está dejando la pandemia.
En concreto estaríamos hablando de seis meses críticos a los que se enfrenta el sector, dado que gran parte de proveedores estarían adoleciendo de una falta de liquidez importante dadas las pocas ventas de coches en general. Para seguir desarrollando coches eléctricos se tienen que seguir vendiendo coches de combustión, ya que todavía, para muchas marcas, sacar beneficio de la venta de coches eléctricos no es una realidad.
Desde el medio americano Automotive News se hacen eco de unas declaraciones de Michael Robinet, director ejecutivo de Asesoramiento Automotriz en IHS, quien declara que la recuperación después de la pandemia originada por el COVID-19 será lenta y desigual en todas las partes del mundo. Europa y China se postulan como los mercados más favorables a una recuperación pronta del coche eléctrico dadas las medidas gubernamentales adoptadas recientemente, como un precio más alto y más restricciones para los vehículos alimentado por combustibles fósiles. La china en el camino se la encontraría el mercado mundial con Estados Unidos, que adolece de una falta de medidas claras para incentivar al uso y compra del coche eléctrico, además de contar con precios irrisorios para los carburantes en comparación con Europa o algunos países de Asia.
No todo está tan crudo en Estados Unidos, ya que empresas americanas como Vitesco tienen más vistas de futuro y sí están por contribuir al movimiento. Esta se separará de Continental para empezar a centrarse en la fabricación de piezas destinadas a usarse en trenes motrices eléctricos, sin dejar de lado todavía la fabricación de partes para motores de combustión interna, pero dando total prioridad a lo eléctrico.
Grandes empresas y proveedores asentados en el mercado aprovechan este margen en forma de crisis que origina la pandemia para reinterpretar su futuro de cara a la implantación del coche eléctrico como medio principal de transporte en los próximos años. Fabricantes como ZF, que anunciaba que se centrarán en el desarrollo de parte para coches eléctricos sin dejar de lado todavía la fabricación de componentes para coches de combustión, y BP, que anuncia recortes en las inversiones para combustibles fósiles de cara a centrarse en la electrificación de la empresa.