No es ningún secreto que las baterías de Tesla tienen unas prestaciones de primer nivel dentro de la industria, incluyendo una degradación poco acusada en términos generales. El penúltimo ejemplo lo tenemos en el cliente que, tras haberle hecho 400.000 kilómetros a su Tesla Model S, ha sufrido una pérdida de capacidad no demasiado importante. Decíamos penúltimo ejemplo porque el último viene de la mano de la propia Tesla, que ha publicado sus propios datos sobre la capacidad que pierden las baterías de los Model S y Model X a lo largo de su vida útil.
Es una de las preguntas más recurrentes antes de comprar un coche eléctrico: ¿Cuánta capacidad perderán las baterías dentro de X años/kilómetros? Lógicamente, es imposible saberlo a priori, pero conforme va habiendo mayor número de coches eléctricos en circulación, se va teniendo más información al respecto.
En este sentido, Tesla ha publicado unos datos interesantes en su Informe de Impacto 2020, en el cual mencionan la alta retención de capacidad (o dicho de otra manera, la baja degradación) de las baterías de sus coches eléctricos, concretamente de los Model S y Model X -sus dos modelos grandes-. Según los datos de Tesla, las baterías de estos dos modelos mantienen, de promedio, alrededor del 90% de su capacidad original después de 322.000 kilómetros de uso (200.000 millas). Recordemos que estos dos modelos equipan baterías con celdas cilíndricas 1865 con química NCA y fabricadas por Panasonic.
Retención de la capacidad de las baterías en los Tesla Model S/X después de 200.000 millas. Fuente: Tesla.
Dicho de otra manera, sólo pierden de media un 10% de su capacidad después de 322.000 kilómetros, alrededor del 1% cada 32.000 kilómetros. Unas cifras que sirven para que Tesla saque pecho y diga que sus baterías están diseñadas para durar más que el propio coche. Algo que, por otra parte, puede ser cierto en algunos casos: de media, el primer propietario cambia de coche antes de llegar a ese kilometraje. Así pues, si la batería no sale defectuosa, puede durar toda la vida útil del coche.
Cabe señalar que las baterías sufren una mayor degradación al principio de su vida útil y después la caída se estabiliza a ritmo más lento. Según la gráfica publicada por Tesla, en los primeros 40.000 kilómetros (unas 25.000 millas) se pierde alrededor del 5% de capacidad. Sin embargo, el siguiente 5% se pierde una vez superados los 200.000 kilómetros (a juzgar por la imagen de la gráfica).
En cualquier caso, la capacidad más baja dentro de la desviación típica está por encima del 80% después de los 322.000 kilómetros. Conforme aumenta el kilometraje, hay también una mayor variación en los datos debido a que hay menos individuos (población) en el estudio que tengan un coche con tantos kilómetros. Además, lógicamente, conforme la batería va siendo más antigua, aumenta la posibilidad de averías o fallos que aumenten la degradación por encima de la media.
En la degradación de la batería influyen también factores como el número de recargas rápidas realizadas (un mayor número de cargas rápidas aumenta la degradación), las temperaturas a las que se ha visto sometida y el cuidado que ponga el usuario, por ejemplo, manteniendo el estado de carga entre el 20 y el 80% siempre que sea posible, tal y como recomienda el fabricante.
Respecto a los datos analizados, hubiera sido interesante conocer cifras sobre el Tesla Model 3, que recordemos es el coche eléctrico más vendido del mundo. Sobre el Model Y, con menos tiempo en el mercado, quizá todavía es pronto para extraer datos estadísticamente fiables. Estos dos modelos equipan diferentes baterías a los Model S/X e incluso diferentes tecnologías dependiendo del mercado/versión: pueden llevar baterías con celdas cilíndricas 2170 de Panasonic o LG Chem, o bien baterías de litio-ferrofosfato fabricadas por CATL en China.