Si hay alguna marca que es capaz de convencer al pueblo español de pasarse al lado de los coches eléctricos, esa es SEAT, y cuenta con CUPRA como marca halo para fortalecer su imagen. No hay novedad de la firma española en el campo de la electrificación que no tenga un fuerte calado entre el público, y pretenden electrificar España con los coches eléctricos compactos que marcarán el porvenir, no sólo de la firma, sino también del mercado español en los próximos años.
Son varias las noticias que ha dejado tras de sí la entrevista que concedió Wayne Grifith, CEO de CUPRA, al medio británico Top Gear. Lo último que supimos era que están por llegar más versiones del CUPRA el-Born, aunque de momento no haya hecho incursión oficialmente en ningún mercado.
Tanto para la filial deportiva de SEAT como para la propia firma matriz, supone un reto electrificar su país de origen, España. Sobre ello han hablado el CEO de CUPRA y ha dejado claro que el cometido de CUPRA es dejar claro que la deportividad no está reñida con la electrificación. Desde la perspectiva de que CUPRA tiene del mercado, el directivo cree que el desafío para la firma es convencer a la gente de que los vehículos eléctricos no tienen que ser solo racionales. Su reto particular reside en cambiar el concepto que hasta ahora tenemos sobre los coches de pequeño tamaño.
Comentaba el directivo alemán en la entrevista que un sector destinado a cambiar esta percepción en el público es el de los eléctricos de tamaño compacto: "Creo que el próximo game changer para los grandes volúmenes que van a llegar serán los vehículos eléctricos urbanos. Eso es algo en lo que queremos que SEAT juegue un papel clave, para electrificar España. Pero también queremos que la marca CUPRA cree un CUPRA eléctrico coche para uso urbano".
Y es que, comenta Griffith, cree que el futuro no se encuentra en eléctricos como el SEAT Mii Electric, quiere dar un salto cualitativo y poner punto y aparte con la percepción que aún muchos tienen sobre que un coche pequeño está necesariamente ligado a un factor económico. En definitiva quieren dejar atrás aquello de que quien se compra un coche pequeño es por no poder optar a más.
Está claro que el mercado Europeo necesita de coches eléctricos competentes y de tamaño comedido, pero sin caer en el segmento A. Prueba de ello lo demuestran los coches eléctricos más vendidos de Europa, con un Renault ZOE protagonizando la cabeza del ranking de ventas con 100.000 unidades producidas el pasado año. Tesla, con su Model 3 ha conseguido hacerse con la segunda posición, y apunta a la primera una vez pongan en el mercado el coche eléctrico compacto que tanto necesita la firma de Elon Musk para ser competente, de una vez por todas, entre los bolsillos más modestos.