Controlar una sola marca ya es un ejercicio difícil cargado de retos y muchos obstáculos, así que no podemos ni imaginarnos cuán complicado puede ser supervisar y dirigir 14 marcas diferentes. El Grupo Stellantis cuenta con 14 fabricantes diferentes repartidos por varios continentes. Es uno de los conglomerados automotrices más complejos y extensos del mundo dirigidos por una única persona: Carlos Tavares.
El ejecutivo francés recibe una gran gratificación anual por ello, casi 20 millones de euros, pero su labor al frente del grupo hace de él una de las voces más autorizadas de la industria. Su última entrevista pública así lo evidencia.
Tavares es reconocido en el mundillo como una persona tan social como exigente. Su compromiso con el ahorro y la rentabilidad ha llevado a sus marcas a reducir costes hasta la máxima expresión. Hoy por hoy, Stellantis obtiene un gran margen de beneficios con sus coches y encara al futuro eléctrico de forma muy positiva. Lleva años trabajando en esa dirección y ya estamos conociendo los primeros pasos.
El conglomerado basará su apuesta en una columna vertebral compuesta por cuatro plataformas eléctricas que darán a luz la próxima generación de vehículos impulsados por baterías. También se cubren las espaldas ante un posible cambio de rumbo de las políticas europeas.
Más alianzas para hacer frente al poder económico de las marcas chinas
Los resultados saltan a la vista y todo el mundo señala a Carlos Tavares como el gran responsable del éxito. Sin embargo, el directivo tiene muy claro que el futuro se presenta muy complicado, un “baño de sangre”, por culpa de las cada vez más numerosas y habituales marcas chinas.
Stellantis nació de la necesidad de salvar dos grandes grupos industriales FCA y PSA. En 2021 se consolidó una alianza con muchas marcas en la cuerda floja, como Lancia, Alfa Romeo o Maserati. Ahora, todas ellas encaran el futuro con optimismo. Este cambio de rumbo suscita una gran duda en el seno de los fabricantes tradicionales, ¿es posible sobrevivir a China sin alianzas?
Las marcas se enfrentan a un mayor volumen de costes y gastos. A veces, es prácticamente imposible que una marca sola sobreviva. Los gastos se han disparado y exigen recalcular de forma constante la apuesta. Los grandes grupos pueden redirigir esfuerzos, pero los pequeños fabricantes se ven limitados a la hora de destinar grandes presupuestos al desarrollo de futuras tecnologías.
El propio Tavares asegura que sólo hay una forma de hacer frente a China, la suya: grandes alianzas que permitan fortalecer el mercado europeo ante la cada vez más numerosa presencia de rivales chinos. El francés asegura que la llegada de sus mejores fabricantes supone un cambio significativo.
Tavares también asegura que aquellos fabricantes que no puedan desarrollar eléctricos competitivos se van a encontrar ante un problema existencial. Quienes no se hayan preparado correctamente estarán, según su punto de vista, “en problemas”. Especialmente aquellos que no hayan hecho los deberes en materia de reducción de costes.
El ejecutivo se ha mostrado contrario a las políticas antimonopolio de la UE. “Las actuales reglas antimonopolio son contraproducentes para afrontar la ofensiva china. En un momento dado, si tienes que financiar una tecnología muy costosa y no tienes escala, tendrás un conflicto”.
Estas palabras llegan en un momento muy delicado para Stellantis y para el propio Tavares. Diversos rumores apuntan a una posible fusión entre Peugeot y Renault para desarrollar coches eléctricos asequibles, pero nada más lejos de la realidad. De hecho, el directivo de Stellantis siempre aprovecha la mínima ocasión para azotar la estrategia de sus rivales. “Me sorprendió su estrategia Old Co-New Co. Como ya sabéis, mi pensamiento es exactamente el contrario. Necesitamos un solo equipo que ponga a la empresa en una única dirección con toda la escala y toda la potencia. Lo que va a financiar la electrificación es la rentabilidad de los ICE. Entonces, si se recorta lo que es rentable y se aísla lo que no lo es, ¿cómo se puede financiar lo que no es rentable en un mundo donde las tasas de interés son altas?
