Desde Jaguar ya se ha confirmado de forma oficial cuál será su siguiente paso. La compañía británica busca un “renacimiento” en el año 2025 a raíz del lanzamiento de tres nuevos modelos 100% eléctricos. Asimismo, la marca ya ha comenzado el desarrollo de estos, aunque de una forma un tanto particular, pues será a partir de sus coches eléctricos de Fórmula E donde encuentren un inicio en todos los apartados: hardware, software y, sobre todo, conocimiento.
La Fórmula E es la nueva Fórmula 1 para coches eléctricos. Muchas compañías históricas están asentándose en esta competición con miras a potenciar el desarrollo de futuros modelos; tal es el caso de Nissan, por ejemplo. Jaguar, por su parte, también está haciendo lo propio, aunque de una forma poco vista hasta ahora. La firma británica posee en el mercado únicamente el Jaguar i-Pace, un modelo que encasillan como “la primera generación de eléctricos”.
Para desarrollar la llamada “segunda generación”, los directivos de Jaguar afirman que antes deben aprender todos los entresijos de los modelos “cero emisiones”, y que el mejor campo de batalla para tal fin es la competición.
Si bien muchos elementos y componentes (la mayoría) de los coches de Fórmula E son específicos y comunes en esta competición, como la carrocería, elementos aerodinámicos, neumáticos, frenos o paquetes de baterías, entre otros. Jaguar afirma que el uso de los mismos ya proporciona una fuente de sabiduría para sus ingenieros, y esta es la razón principal para ellos.
Jaguar afirma que está desarrollando sus coches eléctricos del futuro según las experiencias obtenidas en la pista. El jefe de ingeniería de Jaguar Land Rover, Thomas Müller, ha enfatizado este concepto de sinergia entre el equipo de competición y el de vehículos eléctricos de calle donde ha recalcado la importancia del aprendizaje sobre software, gestión de batería y datos (en general).
“No se trata de transferir piezas, se trata de construir un modelo a raíz del conocimiento. Los ingenieros lideran nuestro conocimiento sobre cómo resolver problemas”, afirmó Thomas Müller en su intervención con el medio Autocar. El responsable hizo hincapié en que lo realmente importante aquí es usar la experiencia que deriven de esta competición y aplicarlos en el desarrollo de los elementos para coches eléctricos de carretera.
Müller puntualizó que uno de los elementos que será de vital importancia conocer en profundidad será el tren motriz en su conjunto: sistema de carga, gestor de la temperatura o el rendimiento efectivo en diferentes condiciones climáticas. “Este es un área de vital importancia para la cooperación entre divisiones. Trabajar con los ingenieros de Fórmula E simplemente acelera nuestros conocimientos y es una forma de hacer las cosas bien por primera vez”, afirmó Thomas Müller.
“Estar en la Fórmula E es un paso crucial para el desarrollo de la futura generación de coches eléctricos de Jaguar”. No obstante, François Dossa, jefe de estrategia de Jaguar Land Rover, apostilló que, además de obtener conocimiento en materia eléctrica, también supondrá unos beneficios importantes en la imagen de marca.
Pero, ¿cuánto de estrecha será la relación entre la tecnología de Fórmula E y la futura plataforma de sus coches eléctricos de calle? “Ambas tecnologías están muy ligadas. ¿Qué estamos aprendiendo con esto? Bueno, se verá cuándo lleguen los nuevos eléctricos”, puntualizó Dossa, quien también admitió que el diseño de estos será totalmente personal y nada parecido a algo ya visto. “Queremos estar seguros de que todos se sorprenderán con lo que mostraremos”.