El próximo 5 de noviembre de 2024 será un día marcado a fuego dentro del calendario de Estados Unidos, pues será cuando los ciudadanos del país escojan quién ocupará la Casa Blanca durante los próximos años. Bien es conocido que en las votaciones se escogerá entre el candidato republicano, Donald Trump, o la llamada a renovar la presidencia del partido demócrata, Kamala Harris.
Las diferencias entre ambos candidatos son realmente altas en la práctica totalidad de aspectos, incluyendo su aceptación y apoyo a los coches eléctricos, ya sean los ensamblados dentro del país norteamericano o fuera de sus fronteras. Para esto, Donald Trump tiene una posición clara: intentar atraer el máximo número posible de marcas para que produzcan sus vehículos (sea cual sea su mecánica) dentro de Estados Unidos.
Donald Trump quiere que las marcas de coches produzcan en Estados Unidos
Tanto es así que el candidato republicano ha propuesto importantes beneficios fiscales para todos aquellos fabricantes automotrices que se asienten sobre el territorio norteamericano y estén dispuestos a producir sus vehículos dentro de estas fronteras. Por otro lado, ha aclarado que la importación de coches para todos aquellos que hayan sido producidos fuera recibirán importantes aranceles (sin especificar un porcentaje).
En uno de sus últimos discursos, llevado a cabo en Savannah, Georgia, Trump aclaró que reducirá el tipo impositivo para “aquellos que fabrican sus productos en Estados Unidos”, pasando del 21% al 15%. De esta forma, el candidato afirmó lo siguiente: “Quiero que las empresas automovilísticas alemanas se conviertan en empresas automovilísticas estadounidenses. Quiero que construyan sus plantas aquí”.
Trump ofreció lo siguiente, siempre y cuando consiga alcanzar su objetivo de presidir nuevamente Estados Unidos: “Este es el acuerdo que le ofreceré a todas las grandes empresas y fabricantes de la tierra: les daré los impuestos más bajos, los costes de energía más bajos, la carga regulatoria más baja y acceso libre al mejor y más grande mercado del planeta. Pero sólo si fabricas tu producto aquí en Estados Unidos. Si no fabricas tu producto aquí, tendrás que pagar un arancel, un arancel muy alto”.
Esta no es la primera vez que Donald Trump habla de fuertes aranceles a aquellos que importen sus vehículos a Estados Unidos, pues ya amenazó con imponer aranceles del 100% a “todos los automóviles importados desde México”. Con esta medida no sólo quiere mantener los empleos en Estados Unidos, sino que espera “quitarle los empleos a otros países”
A día de hoy, marcas como BMW, Mercedes o Volkswagen, entre otras, ya producen buena parte de su gama en sus instalaciones de Estados Unidos, pero no sólo para destinar los modelos al mercado local, sino también para su exportación a otros puntos del mundo. Buen ejemplo de ello es BMW, quien fabrica casi toda su familia SUV en la planta de Spartanburg. En el pasado año 2023, sus exportaciones tomaron un valor de unos 10.100 millones de dólares.
Por último, Trump especificó que estas oportunidades también llegarían a los fabricantes de vehículos eléctricos chinos, pudiendo así saltarse los famosos aranceles del 100% a la importación de estos y lo que los hace prácticamente inviables de comercializar allí. “Vamos a dar incentivos y, si China y otros países quieren venir aquí y vender los automóviles, construirán plantas aquí y contratarán a nuestros trabajadores”, afirmó el candidato.