Si algo ha logrado el coche eléctrico es aumentar las cifras de rendimiento. Ha llegado la hora de decir adiós a los viejos datos de rendimiento y aceleración. Ya no sirven. Los coches de baterías dejan en ridículo cualquier cifra que hayamos conocido hasta la fecha. La velocidad eléctrica es muy fácil y muy barata de conseguir, pero no todos los coches en el mundo la ofrecen de la misma manera. Estados Unidos y Corea tienen mentalidades muy diferentes. Ahora, por primera vez, dos de sus deportivos eléctricos, los más populares, se enfrentan cara a cara en una carrera de aceleración que desvela cuál de los dos es el más rápido.
Con el paso de los años los eléctricos han ido escalando no sólo en autonomía y eficiencia, también en rendimiento. Siempre han mostrado una aceleración muy superior a la de cualquier coche de combustión. Los primeros coches de baterías como el ZOE o el LEAF eran insuperables en los primeros metros, pero su fuelle rápidamente se agotaba. La evolución ha permitido que veamos cifras de potencia exageradas en modelos muy corrientes y, lo que es más sorprendente, que sean aceptadas con toda naturalidad. Hablar de un coche eléctrico con menos de 200 caballos de potencia es raro, aunque tampoco es normal superar la barrera de los 600 caballos.
Un duelo de lo más reñido que se decide en la tercera y última carrera
Ambos modelos de esta comparativa lo hacen. Por un lado está el Tesla Model 3 Performance. La última generación se ha presentado recientemente con importantes mejoras. Cuenta con un sistema de motor dual capaz de generar un pico de potencia de 627 caballos. Según la ficha técnica oficial acelera de 0 a 100 km/h en apenas 3,1 segundos y su velocidad punta es de 262 km/h. A su lado en la línea de salida se encuentra el Hyundai Ioniq 5 N, la mayor locura procedente de Corea del Sur. Dos motores para él con una potencia máxima de 650 caballos y un par motor de 770 Nm. Hyundai asegura que su criatura es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y alcanzar una velocidad punta de 260 kilómetros por hora.
Sobre el papel está claro que hay un ganador, aunque las cifras son tan ajustadas que nada se puede dar por hecho. Esta ha sido, sin duda, una de las grandes incógnitas de la industria durante los últimos meses. Antes de llegar a eso hay que tener en cuenta otro factor, el precio. Si bien no influye en esta carrera, sí que influirá, y mucho, en la carrera de las ventas. En este apartado el Ioniq 5 gana de calle por su factura mínima de 78.000 euros. Cifra que lo convierte en el Hyundai más caro que hay a la venta. El Model 3 Performance es bastante más barato, desde 57.490 euros. Tesla acerca así la potencia a un público mayoritario. La mitad de lo que cuesta un BMW M3 actualmente.
Habiendo conocido todos los datos es hora de saber quién gana. Por delante una recta de 400 metros que juzgará el trabajo de ingeniería. El Model 3 gana ventaja rápidamente gracias a su mayor aceleración, pero según transcurren los metros el Hyundai recorta distancias hasta situarse a la altura de su rival. Ambos cruzan casi igualados la línea de meta, tanto que cuesta saber quién ha ganado. El Ioniq 5 N se lleva la primera manga. El equipo repite la operación y en esta ocasión es Tesla la que se lleva el gato al agua. En la definitiva el Hyundai vuelve a llegar primero a la meta. La conclusión es clara, no hay un claro favorito. El resultado depende mucho del piloto y de la capacidad de respuesta en la salida, por no hablar que el Ioniq 5 N es 361 kilogramos más pesado.
