No cabe duda de que los coches eléctricos ofrecen una gran respuesta en cuanto pisamos el acelerador. La entrega de potencia de los motores eléctricos hace que, por ejemplo, cualquiera que esté acostumbrado a conducir un utilitario medio pueda quedar asombrado con la aceleración desde parado de un discreto Renault ZOE. Experimentar una aceleración a fondo en un Tesla Model S P100D, capaz de hacer el 0-100 km/h en menos de 3 segundos, probablemente haga resetear tu cerebro y tu percepción de los coches. Pero ningún humano medio está preparado para asimilar un 0-200 km/h en 0,8 segundos, la marca que es capaz de conseguir el dragster eléctrico de Top EV Racing.
Hace apenas unos días os hablamos del QFM-360-X, un motor eléctrico de sólo 43 cm de diámetro capaz de entregar 1.360 caballos de potencia (equivalente a 1 Megavatio). Está fabricado por la empresa australiana HyperPower Technologiesy es un motor escalable, lo que significa que se pueden conectar hasta 10 de ellos en el mismo propulsor.
Hablando de este motor, en aquel artículo ya os pusimos sobre la pista del dragster eléctrico de Top EV Racing y queríamos saber -y daros a conocer- un poco más de este impresionante vehículo eléctrico. Y es que, como buen dragster, sus cifras impresionan.
Equipo de Top EV Racing junto al coche. Imagen: Top EV Racing.
Monta cuatro motores eléctricos QFM-360-X, que entregan una potencia superior a 5.300 caballos y un par motor de 23.049 Nm. Unas cifras que asustan, y que los neumáticos tienen que conseguir trasladar al asfalto. Y vaya si lo hacen. Apuntad esto: de 0 a 200 km/h en 0,8 sec, recorriendo sólo 20 metros. De 0 a 440 kilómetros por hora en 2,9 segundos (muchos deportivos sueñan con un 0 a 100 en este tiempo). Y de 0 a 530 km/h en 3,7 segundos. Por su parte, la velocidad máxima de 612 km/h equivale a la mitad de la velocidad del sonido.
Unas prestaciones difícilmente asimilables si no las vives en primera persona, y que nos dejan más datos curiosos: durante la carrera hay un pico de aceleración de 7,3 G (el triple que en un Formula 1) y de 6,2 G negativas durante la frenada. Suficiente para descolocar los ojos de su posición natural en las cuencas y luego volver a colocarlos (tómese esto último en clave de humor y no como un dato contrastado científicamente).
Evidentemente, todo esto necesita de un enorme derroche energético, así que los componentes internos están diseñados para descargas de corriente muy altas, tienen una estabilidad térmica muy elevada, y es necesario poner especial énfasis en la seguridad para en caso de que ocurra una explosión interna o un impacto a alta velocidad.
Componentes del equipo de Top EV Racing montando parte de su dragster eléctrico.
Junto al coche de carreras, el equipo viaja con un cargador solar móvil con 6 kW de potencia instalada, cuyos paneles fotovoltaicos permiten recargar una batería de iones de litio de 100 kWh de capacidad. La energía almacenada en esta batería se emplea después para cargar el acumulador energético que lleva a bordo este 'dragster'; disponen de 2 horas para hacerlo entre carrera y carrera, aunque podría recargarse en apenas 5 o 6 minutos.
Lo que no sabemos es el consumo durante la carrera, que a buen seguro será estratosférico. Aunque no son directamente comparables, sirvan como pequeña referencia los 'top fuel' de combustión: unas bestias que tragan alrededor de 75 litros de nitrometano en cada carrera de poco más de 400 metros.