Está claro que Peter Rawlinson, CEO de Lucid Motors, y Elon Musk, CEO de Tesla, no se llevan bien, a pesar de haber trabajado juntos en el pasado. Ambos empresarios tienen una forma completamente diferente de ver el mercado de la movilidad eléctrica y el éxito les ha llegado de forma muy dispar a cada uno de ellos. Mientras que Tesla está en el mejor momento de su historia, los de Lucid Motors atraviesan un importante bache.
En el pasado Rawlinson y Musk han dejado clara su enemistad. Peter Rawlinson nunca se ha mostrado especialmente satisfecho con los productos y la tecnología de sus rivales y, en más de una ocasión, ha manifestado sin ambages su opinión, como con el caso de las famosas celdas 4680 de Tesla. Cuando todo el mundo ensalzaba su capacidad y tecnología, el CEO de Lucid Motors rebajaba las expectativas. Curiosamente, hace unos meses varios expertos destacaron que el supuesto adelanto de las nuevas baterías de Tesla no era tal y que sus beneficios apenas se dejaban notar.
El cruce de frases lapidarias siempre ha ido más en el sentido Tesla-Lucid. Elon Musk no ha dejado pasar una sola oportunidad para opinar bien claro sobre sus rivales, como ocurrió durante el pasado mes de octubre, cuando Lucid atravesaba un delicado momento por su baja producción. “He tenido más hijos en el segundo trimestre que coches han fabricado ellos”, opinó en aquel entonces.
El último capítulo se ha producido esta misma semana a raíz de las cancelaciones de pedidos que están sufriendo en los despachos de Lucid Motors. La semana pasada se informó de que muchos clientes están rescindiendo sus pedidos ante los retrasos acumulados. La compañía no puede permitirse cancelaciones y su estrategia agresiva de mantener clientes tampoco ha causado un impacto especial. Se comenta que algunos han llegado a recibir 14 llamadas de teléfono de los comerciales para rogarles que no cancelasen sus pedidos. El esfuerzo que se está haciendo es notable, pero el final del año se acerca y parece difícil conseguir los objetivos.
Preguntado al respecto, Musk ha respondido con un lacónico: “No les queda mucho en este mundo”. El CEO de Tesla no parece acordarse de cuando su compañía también pendía de un hilo. Los comienzos nunca han sido sencillos, pero está claro que ofrecer coches eléctricos por un valor superior a los 100.000 dólares limita mucho la clientela a la que se puede acceder. El volumen nunca ha sido de especial atención por parte de Lucid, pero si no vendes no hay márgenes de rentabilidad posibles.
En el último trimestre registraron pérdidas cercanas a los 500 millones de dólares, pero todavía cuentan con aproximadamente 3.000 millones de dólares en efectivo e inversiones a corto plazo. No hay que olvidar que uno de los mayores accionistas de Lucid Motors es la familia Real Saudí, con un inmenso poder comercial. La compañía pronto espera ampliar su producción con la construcción de una segunda fábrica en Arabia Saudí. Técnicamente hablando Lucid ,puede vivir durante más de un año sin grandes problemas, pero otra cosa es cómo puede afectar a su imagen que las reservas se cancelen.