A estas alturas de la película parece imposible que alguien sobre el planeta Tierra, que esté medianamente informado, no sepa qué es Tesla. De la mano de Elon Musk, el fabricante californiano ha sabido convertirse en una marca reconocida por casi todos, para bien o para mal. Su nombre no solo evoca los coches eléctricos, sino que también es un símbolo de tecnología y medioambiente. Aunque otras marcas también poseen esta identidad, lo más meritorio de la compañía estadounidense es que lo ha logrado sin gastarse ni un solo euro en publicidad.
En 2010, la compañía especialista en marketing Advertising Age nombraba a Tesla como una de las "marcas más populares de Estados Unidos". La confianza en la calidad de su producto y el boca a boca de los primeros clientes elevaron a la empresa hasta una posición icónica como fabricante de vehículos eléctricos y como un innovador en tecnología.
La estrategia de marketing de Tesla nada tiene que ver con las campañas publicitarias. No paga por la publicidad tradicional como otros fabricantes de automóviles, porque realmente no lo necesita. Un producto disruptivo, un discurso diferenciador basado en cambiar algo que afecta a todo el mundo, la movilidad, clientes satisfechos y programas de referidos han incentivado a sus clientes a atraer a otros. Sin olvidar a un CEO que no se muerde la lengua en las redes sociales. Todo ello le ha funcionado a la marca para ser conocida en todo el mundo.
Tesla ha evitado durante mucho tiempo la publicidad convencional. Incluso recurrió a sus clientes más leales para protagonizar anuncios caseros. En 2017, Musk aceptó la idea de uno de sus seguidores después de que publicara una carta de su hija en Twitter sugiriendo que la empresa realizara un concurso publicitario. El Project Loveday, llamado así en honor a la niña de 10 años, nombró al YouTuber y crítico de tecnología Marques Brownlee como ganador. Todo gratis.
Sin embargo, el pasado martes, su director ejecutivo, sorprendió a todos en la reunión anual de accionistas. Musk probará el esquema ‘tradicional’ a pesar de haber declarado que “odia la publicidad”. El directivo parece estar dispuesto a cambiar esa línea de pensamiento, con el objetivo de mostrar las nuevas características de sus automóviles que ahora son más baratos que nunca.
I hate advertising
— Elon Musk (@elonmusk) October 28, 2019
“Probaremos un poco de publicidad y veremos cómo va”, aseguró Musk en respuesta a una pregunta de Kevin Paffrath, también conocido como Meet Kevin, un youtuber y analista financiero. Paffrath señaló que Tesla podría anunciar características tecnológicas como sus actualizaciones inalámbricas y contrarrestar la creencia común de que los Tesla son “súper caros" cuando en realidad "el precio inicial de Tesla está por debajo del precio promedio de un automóvil en los EE.UU."
Sorprendentemente, Musk estuvo de acuerdo. Señaló que su nueva experiencia como CEO de Twitter, una empresa que depende en gran medida de la publicidad, le ha demostrado que esta “es increíble y todos deberían hacerla". Paffrath afirma que “hay características y funcionalidades sorprendentes sobre los Tesla que la gente simplemente no conoce”.
Lo que no está claro es cómo sería una campaña publicitaria de Tesla. ¿Se irá a los clásicos, prensa, televisión o también innovará? Además, en este caso, como CEO de Twitter, Musk podría recurrir a su red social preferida para lanzar los primeros anuncios de Tesla.
Después de todo, el anuncio de que Tesla va a hacer publicidad, ¿no es ya por sí misma una campaña de marketing?