La premisa de una evolución es mejorar. El hecho de que un modelo nuevo resulte mejor que el anterior debe concebirse en un campo de 360 grados. No solo nos referimos a tecnologías, calidad o conducción. El Mercedes S 580 e cumple con esas reglas básicas de toda nueva generación. También con el consumo y las emisiones, resultando más sostenible y ahorrador que la generación saliente. Mercedes ha hecho un estudio que nos descubre cuán más eficiente puede ser el nuevo modelo.
Como ya sabrás, hace más de un año el anterior Mercedes Clase S nos dijo adiós. La sexta generación de la berlina premium de referencia dejaba paso a una nueva edición. Ésta no tenía nada sencillo mejorar a su predecesora, pues había sido dictaminada por todos como la mejor generación que haya existido. Aunque todavía es algo pronto para decidir si la edición W223 es mejor, lo que sí está claro es que cifra a cifra lo es. Ahora solo falta que el mercado dicte sentencia.
Más tecnología embarcada, más elementos de seguridad, más confort y más eficiencia. Los datos así lo arrojan. Gracias a un exhaustivo control medioambiental, Mercedes ha determinado que el S 580 e es hasta un 36,2% más respetuoso con el medioambiente a lo largo de todo su ciclo de vida. Estimando un kilometraje de 300.000 kilómetros y con un uso de energía limpia hidroeléctrica). En caso de un consumo mixto hablamos de un descenso de las emisiones de un 14,1%.
Se trata de datos muy significativos teniendo en cuenta la mejora en las prestaciones. El S 560 e de la generación anterior fue el primer modelo de la Clase S en disponer de un sistema de movilidad híbrido enchufable. Ofrecía un motor V6 de tres litros y un motor eléctrico auxiliar con una batería de 9,3 kWh de capacidad neta. El sistema conseguía desarrollar 476 caballos de potencia, 700 Nm de par motor y una autonomía en rango eléctrico de 45 kilómetros con un consumo homologado de 2,3 litros a los 100 kilómetros y unas emisiones de CO2 de tan solo 51 gramos por kilómetro.
En su nuevo formato hablamos de un motor de gasolina de seis cilindros en línea, tres litros con un motor eléctrico adicional y una batería de 21,5 kWh de capacidad neta. La potencia generada se eleva hasta los 510 caballos, con 750 Nm de par motor. En formato eléctrico, el Mercedes S 580 e es capaz de rodar hasta 111 kilómetros, con un consumo homologado de tan solo 0,7 litros a los 100 kilómetros y unas emisiones de CO2 de 15 gramos por kilómetro recorrido.
Está claro que el nuevo Clase S logra cumplir con la eficiencia, pero no solo lo consigue a base de un nuevo tren motriz. Todo el desarrollo se ha llevado a cabo pensando en ese ahorro. 202 componentes están fabricados en materiales que consumen menos recursos y ahorran hasta 100 kilogramos de peso, como el revestimiento del suelo fabricado en Econyl (aunque el peso total ha crecido). Hasta la producción ha cambiado, siendo más sostenible gracias a los 12.000 módulos solares con 5.000 kWp que cubren las novedosas instalaciones de la Factoría 56 de Sindelfingen.