Poco o nada se sabe en España de un auténtico todoterreno que, basado sobre la plataforma del legendario Land Cruiser de Toyota, aspira a convertirse en uno de los mayores problemas del también mítico Geländewagen (traducción literal de coche de tierra, en alemán), el Mercedes Clase G, y del Land Rover Defender.
El modelo ha sido lanzado para comercializarse, de momento y como viene siendo habitual desde que se lanzó a principios de siglo, tan sólo en el mercado estadounidense, que es el más rentable para su máximo rival. Se trata del Lexus GX, un 4x4 que llega con el refinado habitáculo típico en Lexus y el buen funcionamiento mecánico de los propulsores híbridos de Toyota, aunque en este caso dista de estar diseñado para resultar lo más eficiente posible.
Con una longitud de 5 metros exactos y una anchura de 2,11 metros (incluyendo los retrovisores), huelga decir que el GX 2024 es un todoterreno de gran tamaño. Existen varias versiones y, dependiendo de ellas, variarán las cotas 4x4 del modelo, pero en su mejor versión anuncia unos ángulos de ataque, ventral y salida de 26, 23 y 24 grados, respectivamente.
Según la propia Lexus, el GX 450h y su esquema híbrido tienen como objetivo garantizar que el conductor puede llegar a donde sea gracias a la asistencia extra del motor eléctrico y dar la vuelta sin problema ninguno. En cualquier caso, resultará más eficiente tanto en uso 4x4 como en el resto de situaciones que el otro motor con el que se comercializa el modelo, un 3,4 litros en formato V6 que está turboalimentado.
El principal protagonista de la versión mecánica electrificada es el ya conocido bloque de 2,4 litros de cilindrada que tan buenos resultados da a Toyota siempre en términos de fiabilidad. En este caso está turboalimentado por partida doble para llegar hasta los 304 CV de potencia total combinada.
Como es marca de la casa en Lexus desde que fuera fundada por Toyota, el habitáculo es el que realmente marca la diferencia con respecto al modelo en el que se basa, el Land Cruiser, aunque sigue habiendo unos lazos más que evidentes entre ambos todoterreno, sobre todo en términos de estructura del salpicadero y de la distribución de los mandos.
Dado que aún no ha dado comienzo su comercialización de manera formal, la marca se ha reservado la publicación de datos clave para el desempeño comercial de la versión híbrida, como los consumos homologados y, sobre todo, el precio. Las ventas del resto de variantes arrancarán en abril, con un precio que oscilará entre los 64.250 y 81.250 dólares, que, al cambio actual, resulta en un margen de entre 60.000 y 75.000 euros.
La generación anterior del modelo impulsada por el esquema híbrido tenía un precio que, en Estados Unidos, arrancaba en los 62.000 dólares, por lo que cabe esperar, previsiblemente, un aumento de precio.
Se fabricará en la planta que Toyota tiene en la ciudad japonesa de Tahara, donde también se da forma a todas las versiones del Land Cruiser, así como a varios de los todoterreno más duros de Toyota, como el 4Runner, el RAV4 y diversos modelos de Lexus.