Aunque no vayas a utilizarla siempre en el día a día, tener una buena cantidad de potencia en tu coche aporta confianza y seguridad. En los eléctricos es muy fácil tener mucha potencia y, en el caso concreto de Tesla, su coche más asequible tiene la nada desdeñable cifra de 283 caballos. Sin embargo, en varios países se vende limitado con la potencia aproximada de un utilitario de gasolina.
El Tesla más asequible y básico que puedes comprar en España es el Tesla Model 3 tracción trasera. Tiene un motor eléctrico con 283 CV (208 kW) de potencia y cuesta 39.990 euros antes de ayudas. Ningún otro coche ofrece una relación similar entre potencia y precio. Aunque es un coche de planteamiento familiar y gasta poquísimo, es capaz de hacer el 0 a 100 en apenas 6 segundos. En el caso del Model Y, la versión de acceso alcanza los 299 caballos.
Mayor potencia igual a más impuestos
Sin embargo, hay ciertos países que gravan los coches en función de su potencia, en algunos casos independientemente de si son contaminantes o no. Es el caso de Turquía o Singapur, donde los impuestos a los turismos están vinculados a sus niveles de potencia. Esto eleva su precio de compra, lógicamente, y mucho en algunos casos.
La solución de Tesla para evitar que el precio de sus coches se dispare es limitar la potencia mediante software, una función llamada "límite de potencia suave" que va oculta en el sistema de los Model 3 y Model Y. Desde hace aproximadamente un mes, en Turquía la versión básica del Model Y se ha limitado a 159 kW de potencia (216 CV). Este ajuste mantiene el vehículo por debajo de los 160 kW que Turquía puso como límite para el siguiente tramo de impuestos.
No obstante, la diferencia de precio entre ambas versiones sigue siendo similar al resto de países. El Model Y de tracción trasera cuesta unos 7.000 euros menos que la versión Gran Autonomía de tracción integral (38.667 vs 45.747 euros al cambio), diferencia casi idéntica al resto de países europeos.
Singapur, un caso todavía más especial
Singapur es otro país donde Tesla ha introducido una versión del Modelo 3 con potencia limitada, pero este caso es todavía más peculiar. El sistema de propiedad de vehículos de Singapur obliga a los posibles propietarios a pujar por un certificado de titularidad, con dos categorías que afectan la propiedad de vehículos eléctricos. La categoría A permite poseer vehículos con hasta 110 kW (150 CV), mientras que la categoría B cubre aquellos que superan este nivel de potencia.
Para cumplir con estas regulaciones, Tesla ofrece en Singapur una variante del Model 3 limitada a 110 kW, la misma potencia que un Seat Ibiza 1.5 TSI. Esto lo convierte en el Tesla más lento a la venta en todo el mundo: necesita 8,6 segundos para hacer el 0-100 km/h. En este caso, el ahorro no está en el precio del propio vehículo sino en el certificado de titularidad, más barato si el coche está en una categoría de menor potencia.
En ambos casos, tanto en Turquía como en Singapur, la única diferencia viene dada por el software. A nivel hardware, llevan los mismos motores que cualquier otro Tesla (de la misma versión) en el mundo. Es decir, cualquiera podría (teóricamente) deslimitar su coche y desplegar todo su potencial, aunque lógicamente tendría consecuencias legales.