Las prisas no son buenas y mucho menos cuando tienen que ver con el desarrollo de nuevas tecnologías. La movilidad eléctrica es el presente y el futuro , pero un coche eléctrico es mucho más que una batería, un motor, cuatro ruedas y un volante. Todos estos componentes necesitan un software que los controle y gestione para aprovechar al máximo cada recurso y estirar las posibilidades de la tecnología. El Grupo Volkswagen confía ese delicado trabajo a su empresa Cariad, pero esta no ha logrado, por ahora, cumplir con los planes proyectados.
Herbert Diess, el antiguo CEO del conglomerado alemán, quiso acelerar el lanzamiento al mercado de sus primeros coches eléctricos, con los que posicionarse ante la competencia, pero tal ha sido el ritmo exigido que fue imposible cumplir con la agenda. La gestión del proyecto ha sido, cuanto menos, cuestionable: las empresas del grupo están pagando las consecuencias y al propio Diess le costó el puesto. Obviamente, Volkswagen es la empresa que más vende a nivel mundial. El pilar fundamental de la alianza es la primera en recibir las últimas novedades, como acaba de ocurrir con el lanzamiento del Volkswagen ID.7.
Sin embargo, otras empresas están acumulando mucho retraso en el lanzamiento de productos esenciales en su estrategia comercial. Los casos más evidentes son los de Porsche y Audi. Ambos han tenido que posponer el lanzamiento de vehículos como el Macan y el A6 e-tron. Ambos verán la luz en el tercer trimestre de este año, pero deberían haber salido a la venta a finales del curso pasado. ¿La culpa? De Cariad. La paciencia con la directiva parece haberse agotado y Oliver Blume, actual CEO del Grupo Volkswagen, planea echarlos a todos, tal y como reconoce un informe publicado por Automotive Europe News.
Con los plazos superados y los presupuestos disparados, la gestión de Cariad no ha cumplido con las altísimas expectativas generadas. Actualmente, la compañía está dirigida por Dirk Hilgenberg, aunque pronto habrá un sucesor designado por la Junta de Supervisión de Cariad. Todo apunta a que los despidos de las altas esferas se realizarán en masa a partir de la próxima semana. Según la fuente, sólo el jefe de Personal, Rainer Zugehör, podría quedarse. A eso es a lo que se llama hacer borrón y cuenta nueva en una empresa.
Son muchos los frentes abiertos actualmente en el seno de la compañía. No sólo se han producido retrasos en los lanzamientos, también se acumulan en el desarrollo del software centrado en la conducción autónoma. Específicamente diseñado para alcanzar los niveles cuatro y cinco de la escala de autonomía, el proyecto suma más de 24 meses de demora con respecto a los planes fijados. Tras firmar los acuerdos de cese, la Junta de Supervisión fijará una nueva cúpula con la que se espera minimizar los problemas, aunque no parece que vaya a haber una solución rápida o sencilla.