El Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) considera que España debería potenciar el estudio y la investigación en tierras raras. "En España apenas se ha investigado los recursos en tierras raras", asegura Manuel Regueiro, presidente del Colegio de Geólogos. Regueiro asegura que "hay indicios suficientes e incluso algún yacimiento ya evaluado con mucho potencial" como el de Matamulas en la provincia de Ciudad Real.
Este único yacimiento evaluado en España consiste en gravas con monacita. "Tiene un potencial de 40.000 toneladas de recursos con una ley de 2,25 kg/m3 y se caracterizan por su alto contenido en europio", comenta. Sin embargo tiene "alegaciones ambientales" como el consumo de agua y las afecciones a la fauna y la flora. "Por ello hasta la fecha, el proyecto no se ha autorizado", comenta Regueiro.
En Galicia también se han realizado estudios para la explotación de tierras raras. En el monte Galiñeiro de Pontevedra existe un yacimiento que, según algunos estudios, podría llegar a producir 2856 t/año de tierras raras.
En ese sentido el presidente del Colegio de Geólogos admite que cualquier proyecto minero produce afecciones al medio, aunque recuerda que la legislación española es "sumamente restrictiva en relación con el impacto ambiental". "Si los proyectos cumplen la legislación vigente, el impacto es limitado y recuperable", alega.
China, productor mundial de tierras raras
La producción mundial de óxidos de tierras raras es del orden de 160.000 t al año, de las que el 95% proceden de China. Las reservas mundiales conocidas se cifran entre 80 y 120 Mt, "suficiente para cubrir la demanda de los próximos 625 años, pero la mayoría están en China", explica Regueiro.
España importa actualmente alrededor de 550t/año de metales de tierras raras utilizados en las industrias del vidrio y de la cerámica fundamentalmente de China, Italia, Francia y Austria.
Aplicaciones industriales: móviles, pantallas, coches
Cables de fibra óptica, tabletas y móviles, vehículos eléctricos, lámparas de bajo consumo, resonancias magnéticas, turbinas eólicas... "Aunque invisibles para los ciudadanos, las aplicaciones de las tierras raras están muy presentes en nuestro día a día en industrias tan diversas como la automovilística, médica, eólica, química, cerámica, vidrio y por supuesto la tecnológica, sin excluir por cierto los usos militares", explica Manuel Regueiro.
Por ejemplo, el samario se emplea en potentes imanes permanentes que permiten el desarrollo de los motores eléctricos modernos. El almacenaje de datos informáticos en equipos cada vez más pequeños y con mayor capacidad se debe en parte a las extraordinarias propiedades magnéticas del iterbio y del terbio.
Los "fantásticos colores de las pantallas planas en nuestras teles" tienen mucho que ver con el europio y el itrio. Cerio y erbio son elementos clave en las "aleaciones metálicas especiales, mientras que los últimos avances de los cristales láser" son cosa del neodimio y el holmio. El neodimio se usa también como colorante en esmaltes cerámicos y cristales de varios tipos, así como en la fabricación de las gafas que usan los soldadores ya que "absorbe la luz ámbar de la llama del arco voltaico" señala Regueiro.
Otros usos son los "procesos catalíticos del refino del petróleo, en las cerámicas técnicas superconductoras, en fibras ópticas, refrigeración, almacenamiento de energía, vidrios especializados, baterías nucleares, tubos de rayos X, microondas y un largo etcétera", añade.
Qué son las Tierras Raras
Se denominan Tierras Raras al conjunto de 17 elementos químicos: escandio, itrio y los 15 elementos del grupo de los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometeo, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio). "El escandio y el itrio se incluyen entre las tieras raras porque aparecen frecuentemente mezclados con los lantánidos en los mismos yacimientos", detalla el presidente de los geólogos.
Estos elementos no aparecen en la naturaleza de manera aislada, sino en forma de multitud de minerales y compuestos de ellos, fundamentalmente óxidos. Además, "hay evidencias de Tierras raras en las costras de manganeso cobaltífero en los fondos marinos cuya explotación está ahora mismo investigándose", finaliza Manuel Regueiro.