España se está abriendo muy lentamente a la movilidad eléctrica. Tan pobre es el nivel de penetración que, según un estudio realizado por ANFAC, el pasado tercer trimestre nuestro país ascendió tan sólo 0,4 puntos en este ranking europeo. Como comparación, el ritmo medio que marcaron otros países fue del 1,1 puntos y alcanzando una valoración media de 30,3 sobre 100.
Concretamente, España logra una valoración total de 14,6 puntos sobre 100. Esto nos sitúa por encima de países como Hungría y República Checa, pero lejos de regiones más cercanas a nuestro entorno. Con esta puntuación, España se desmarca en 15,7 puntos de la media europea, lo que supone 0,7 puntos más que lo estipulado en el segundo trimestre. La acogida de la electromovilidad se ralentiza.
Entrando a analizar los datos reportados por las comunidades autónomas, las que más han avanzado en el tercer trimestre fueron Extremadura (+1,6 puntos), Aragón (+1,5 puntos) y Castilla-La Mancha (+1,2 puntos). El podio nacional está marcado por Madrid, Navarra y Cataluña.
Pero, ¿a qué se debe esta puntuación tan baja para España? En primer lugar, las estaciones de recarga pública son realmente escasas. El pasado trimestre se ha coronado con una valoración de 6,2 puntos sobre 100 (+0,6 puntos con respecto al trimestre anterior). A pesar de mejorar levemente este valor, continúa lejos de la media europea donde se ubica en 12,1 puntos sobre 100 y un crecimiento de 1,2 puntos en el tercer trimestre; el doble que España.
Las comunidades que más han aumentado su número de puestos de recarga públicos de alta potencia han sido Extremadura (+2 puntos), Castilla La Mancha (+1,7 puntos) y La Rioja (+1,5 puntos).
Sin embargo, a nivel nacional, el número de puestos públicos sigue siendo limitado. El tercer trimestre notificó un aumento de 793 puestos adicionales, lo que supone un total de 16.565 puntos en todo el territorio español. A pesar de lo positivo del número, con este aumento, los pronósticos anuncian que España no alcanzará el objetivo de 45.000 puntos de recarga públicos para este año y, a su vez, no cumplirá con las exigencias y los objetivos europeos marcados por PNIEC para 2030 con 340.000 puestos.
Del total de puntos de recarga instalados durante dicho periodo (793), 418 corresponden a puestos con una potencia de carga de hasta 22 kW; 307 a puntos por encima de los 50 kW. Estos resultados hablan de que el 81% del total de la infraestructura en España está dominado por puntos de recarga lenta.
José López-Tafall, director general de ANFAC, subrayó que "la electromovilidad supone un gran reto para España y Europa, pero el ritmo de acogida sigue siendo lento". El responsable ha hecho mención sobre el tímido avance de la electrificación pese a que el mercado y las ofertas continúan aumentando. La oferta comercial cuenta actualmente con 230 alternativas "cero emisiones". Con los datos referentes al tercer trimestre "podemos concluir que no se va a cumplir ni con el objetivo mínimo de mercado de turismos ni de infraestructura de recarga para este año".