La icónica mujer alada que corona la parrilla de todo Rolls-Royce, el Espíritu del Éxtasis, tendrá que adaptarse a los nuevos tiempos. La centenaria casa inglesa ha confirmado que su emblema más preciado sufrirá una renovación para así ser más aerodinámica y eficiente en su contacto con el aire. Una necesidad marcada por la nueva era eléctrica de la compañía.
Los de Goodwood se encuentran actualmente en un momento crucial en su historia. El cambio en el paradigma de la movilidad supone lanzar toda una nueva gama de modelos. Algo que no resulta especialmente llamativo en una firma generalista, pero sí más complicado en una compañía que acostumbra a tener apenas un puñado de modelos en la calle, y durante mucho tiempo.
El Rolls-Royce Spectre será el primer eléctrico en la historia de la compañía. Aunque todavía quedan muchos meses para conocerlo, poco a poco vamos conociendo detalles más o menos relevantes sobre él. Aunque no se han aportado datos técnicos, los ingenieros de la casa están trabajando en todos y cada uno de los aspectos para hacer del Spectre una figura única. Cada detalle cuenta.
El nuevo diseño del Espíritu del Éxtasis ha supuesto 830 horas de trabajo.
La atención se centrará hasta en el más nimio de los aspectos, incluido el emblema del morro. El espíritu del éxtasis corona la parrilla de cada Rolls-Royce que circula por el mundo. Una pieza de orfebrería que se modificará para la nueva generación de vehículos eléctricos de la compañía. La aerodinámica es un factor muy importante en los coches eléctricos: cada décima de resistencia causa estragos en la autonomía, y por ello la querida mujer alada será adaptada para ser más eficiente.
Con un emblema registrado oficialmente el 6 de febrero de 1911, actualmente celebra su 111 cumpleaños, que se dice pronto. Para conmemorar tal especial aniversario sufrirá un rediseño que ha supuesto más de 830 horas de trabajo entre modelado y pruebas en el túnel de viento. En dichos test se ha conseguido una menor resistencia al aire, con un Cx de tan solo 0,26.
Se ha logrado reduciendo el tamaño de la alada figura, pasando de los 10,001 centímetros a los 8,273 centímetros. Las alas, que en realidad son túnicas, también se han modificado, aunque el cambio más notorio es la postura. Pierna hacia delante, cuerpo agachado y mirada al frente. Por supuesto, también se ha modificado su espacio de almacenamiento. Cuando el Spectre esté apagado, la preciada figura se esconderá en la parrilla, quedando oculta de las sucias manos de los amantes de lo ajeno.
