El próximo lanzamiento del Tesla Cybertruck se está haciendo esperar. Muchos son los que tienen una reserva para conseguir una de las primeras unidades, pero parece que nunca van a llegar. Por eso, los más impacientes recurren a sus recursos para fabricarse su propia versión. Entre ellas, se encuentra esta singular furgoneta Ford, genuinamente americana, que, sin embargo esconde bajo su ¿capó? lo más parecido a la pick-up de Tesla que hoy en día se puede tener.
Empezamos por el diseño. En este caso, es al menos tan anguloso como el original, algo más prismático y menos piramidal. Las líneas cúbicas de esta máquina no proceden del centro de estilo de Tesla, con sede en Hawthorne, California.
Vienen de mucho más al este, cerca de Detroit, en Michigan. Y, sobre todo, no son nuevas, ya que tienen más de 50 años. El vehículo en cuestión fue originalmente una furgoneta Ford Econoline de segunda generación que formaba parte del catálogo de la marca del óvalo azul de 1968 a 1974.
Compartiendo un buen número de piezas mecánicas con las pick-ups contemporáneas de la serie F, esta Ford E-100 de 1974 montaba bajo el suelo y entre los asientos delanteros, un insaciable motor V8 Cubant 302 ci (el equivalente a casi cinco litros de cilindrada), cuya potencia oscilaba entre los 235 y los 300 CV. Asociado a él, una caja de cambios automática de tres velocidades se encargaba de transmitir el par a las ruedas.
Donación de órganos
Todos estos enormes componentes mecánicos ya no están ahí. La empresa Conductive Classics, con sede en el estado de Idaho, ha tenido la brillante idea de injertarle el sistema eléctrico de la versión Long Range del Tesla Model 3. Como experiencia previa, la compañía ya había electrificado un Ford Galaxie de 1964 y un Chevrolet Apache de 1958.
Esto significa que ahora el motor que propulsa a la Ecoline cuenta con 211 kW (283 CV) de potencia y se alimenta de una batería de 75 kWh de capacidad. Con ellos, el Model 3 original en el que estaban montados alcanzaba una autonomía de entre 500 y 530 km. Sin duda, la ‘complicada’ aerodinámica del nuevo anfitrión reducirá sensiblemente estas cifras.
Pero eso no es todo. El sistema de suspensión trasera, mucho más sofisticado y confortable que los viejos resortes tipo ballesta originales también son una donación del Model 3, así como las ruedas y los frenos.
No será el Tesla Cybertruck ni se parecerá nada en el exterior ni en el interior. Pero, hoy en día, con Tesla retrasando una y otra vez la entrega de las primeras unidades de su pick-up eléctrica, esta Ford transformada está más cerca de circular por la carretera que su inspiración original.