El hidrógeno vuelve a estar en auge en la industria del automóvil, ya que los fabricantes, una vez más, ven su viabilidad real como alternativa a los combustibles fósiles y a los esquemas mecánicos 100% eléctricos que trabajan con baterías.
Honda, por ejemplo, ha vuelto a la carga con la presentación de un C-RV, cuyo motor principal funciona con pila de combustible de hidrógeno, y Toyota y Hyundai siguen manteniendo en el mercado los conocidos Mirai y Nexus, respectivamente.
Y hay más marcas planteándose la opción del hidrógeno, no sólo en esquemas mecánicos eléctricos, sino también en bloques térmicos y quemándolo como si de un combustible fósil se tratase, aunque con las adaptaciones lógicas en el motor y con emisiones cero durante este proceso.
De ahí la importancia del lanzamiento del sistema de propulsión FCEV de la empresa británica Viritech. Han dado con la clave para crear una mecánica que puede considerarse universal, ya que está pensada para adaptarse a cualquier tipo de vehículo.
Quiere decir que aquellos fabricantes que tengan en marcha un modelo y quieran plantearse la opción de ofrecer un versión específica con tecnología de pila de hidrógeno, pueden llamar a la puerta de Viritech para hacerlo. Esto supone un ahorro de esfuerzos y tiempo importante.
Recordemos que marcas como Honda creen que 2030 será el año del hidrógeno en el mundo del automóvil, momento a partir del cual la oferta y las ventas crecerán como nunca antes lo han hecho en la industria. Por ejemplo, en España, apenas se vendieron 8 unidades con esta tecnología en todo el año 2023.
La escasez de hidrogeneras es el principal causante de la lentitud en la penetración de los coches que funcionan a base de hidrógeno. Apenas hay una decena de puntos de recarga de este elemento en nuestro país y sólo dos son públicas. En Estados Unidos, sin que sean muy numerosas, se cuentan unas 50 en total, una cifra que sigue siendo insuficiente.
Viritech ha denominado a su tecnología VPT60N, un tren motriz que puede acoplarse a un coche convencional, de cualquier segmento, pero que también admite su instalación en vehículos comerciales y en maquinaria pesada, como puede ser una excavadora o un tractor.
La estructura no requiere de un marco adicional para su montaje, pues ya dispone de los puntos de instalación necesarios, con el ahorro de peso correspondiente para el conjunto.
Para superdeportivos, también cuenta con soluciones que necesitan algo más de desarrollo, como la que planteó junto a BAC en su momento. Hay que tener en cuenta, además, que Viritech tiene un automóvil de altas prestaciones, el Apricale, que utiliza hidrógeno y que rinde más de 1.000 CV de potencia.
La mecánica estándar que han presentado cuenta con una pila de 60 kW, con convertidor de potencia DC/DC Boost y batería de 16 kWh y 400 voltios. Todo se asocia a un motor eléctrico que puede rendir 270 CV y que se alimenta de un sistema de almacenamiento con dos depósitos de hidrógeno de 6 kilos, con toda la seguridad y certificados necesarios para su comercialización.
Aunque no se habla de autonomía por repostaje, si nos fijamos en la que homologa el hypercar Apricale, podríamos estar hablando de 800 kilómetros o más.