Desde que Herbert Diess, el antiguo CEO del Grupo Volkswagen, hiciese el gran lanzamiento de la familia ID, muchas cosas han cambiado en el seno del mayor fabricante de automóviles en Europa. La estrategia de electrificación ha sido fuente de numerosos problemas, retrasos y cambios de planes.
Las estimaciones y las esperanzas apuntaban en una dirección, pero finalmente las ventas se dirigen por un sendero totalmente diferente. El bajo volumen de matriculaciones ha obligado a los alemanes a recalcular la estrategia, llegando al punto crítico que nos encontramos hoy. Volkswagen no fabricará el ID.3 en la planta de Wolfsburgo, al menos por ahora.
En 2020, el ID.3 fue la punta de flecha de la gama eléctrica de la marca alemana. El primer modelo en anunciar un cambio de mentalidad. Muchas cosas eran nuevas en él, incluyendo una plataforma 100% eléctrica que posteriormente iba a ser usada por muchos más modelos dentro del conglomerado germano.
Sin embargo, el ID.3 nunca ha tenido el éxito que tantos esperaban. El autoproclamado como el sucesor eléctrico del Volkswagen Golf tenía planes para ser producido en varias de las plantas repartidas por Alemania, empezando por Zwickau y Dresden. A mediados del año pasado, la última de ellas cerró y todo el ensamblaje se centralizó en la fábrica de Sajonia.
Situación crítica para uno de los mayores fabricantes del mundo
Era un paso previo obligado por la necesidad de ahorro del Grupo Volkswagen. 10.000 millones de recortes en los próximos años, incluyendo un 20% de plantilla en todo el mundo. La situación es crítica y, entre los planes anunciados, se contemplaba una reubicación de toda la producción.
Volkswagen quería reorganizar la fabricación de sus coches eléctricos, dando especial prioridad a las instalaciones de Wolfsburgo, ciudad alemana donde se encuentra la sede mundial de la compañía. Con ese objetivo, la planta debía acometer varias obras de remodelación para poder ensamblar muchos modelos del ID.3, pero finalmente esos planes no se van a llevar a cabo.
El proyecto de actualización se ha suspendido, tal y como ha anunciado un portavoz de la marca. Se esperaba que en algún momento de este verano se produjeran las primeras unidades del ID.3 en Wolfsburgo, pero no va a ser así. La razón no es otra que por el ahorro.
Tal y como ha explicado Christian Vollmer, miembro del Consejo de Dirección de Producción, “al fin y al cabo cada euro que no podemos gastar, cuenta”. “Por este motivo, hemos decidido seguir agrupando el volumen del ID3. en Zwickau y así utilizar de forma eficaz el emplazamiento, ya que está totalmente estructurado”. A pesar de ello, los parones en la fábrica han sido constantes.
Los alemanes se han visto obligados a recortar turnos por la baja demanda de pedidos. Este no es el único proyecto cancelado en el seno de la familia eléctrica de Volkswagen. Los de Wolfsburgo han suspendido el proyecto de ampliación de las fábricas de baterías. Sólo tres de los seis centros proyectados serán levantados. El último de ellos ya se está construyendo en la localidad de Sagunto, Valencia. El parón será efectivo hasta que la demanda de vehículos y de baterías se incremente no sólo en Europa sino a escala mundial.