Las cosas han cambiado mucho en la industria del automóvil europea, especialmente en los últimos diez años. Y no todos los fabricantes han sabido adaptarse a la evolución del sector, algo que no está siendo fácil, ni mucho menos, dada la falta de claridad por parte de los responsables políticos, tal y como apuntan muchas partes asociadas de manera directa o indirecta a las marcas de coches.
Stellantis está en el 'ojo del huracán' y no son pocas las noticias que han surgido en las últimas semanas acerca de la posibilidad de que venda aquellas marcas que no sean rentables. Una decisión para la que se entendía que iban a esperar a 2031, pero que finalmente podría darse en un par de años.
La crisis del sector ha afectado especialmente a Stellantis
Si bien Maserati y Alfa Romeo son las dos más sonadas en cuanto a problemas de rentabilidad se refiere, en realidad Stellantis tiene algunos problemas más en Europa.
Y uno de ellos es la fábrica de Mirafiori asociada a Fiat, que vive una histórica decadencia desde su apertura allá por 1939. Llegó a ser una de las más importantes de Europa, y de Fiat, dando empleo a 60.000 personas y produciendo un millón de coches cada año.
Pero ahora, los trabajadores, que apenas llegan a los 2.800 y tienen reducciones de jornada, aseguran que "Mirafiori ha cerrado, aunque en ocasiones vuelve a abrir". Unas palabras que llegan desde los sindicatos, que denuncian que es una situación "insostenible" en un futuro próximo.
En la planta italiana, lo que queda es el Fiat 500 eléctrico, pero también se fabrican cajas de cambios para coches híbridos y eléctricos, además del reciclaje que se lleva a cabo de distintos componentes de los vehículos.
Stellantis también ha reiterado en alguna ocasión que Mirafiori tiene, además, una parte dedica a experimentar con tecnología asociada a las baterías, y que, a finales de 2025, allí también producirán el Fiat 500 híbrido.
Un futuro incierto
Mientras tanto, en Italia preocupa la situación del grupo automovilístico, en el que se integra Fiat desde el año 2021, justo siete años después de la fusión en 2014 con Chrysler.
Pero eso no ha impedido que la producción italiana del mismo sea la más baja registrada desde el año 1958, ni que Turín haya perdido ya cuatro fábricas de coches en los últimos 40 años, la última hace tan sólo un año (la de Grugliasco).
Por ver queda el futuro de Stellantis y cómo se recupera de esta crisis, que está azotando a todos los fabricantes europeos, pero que está costando más a unos que a otros.