No está siendo fácil para los fabricantes de coches adaptarse a los repentinos cambios del mercado, y hay marcas que lo están pasando mucho peor que otras. Aston Martin, por ejemplo, ha cerrado el último ejercicio con unas pérdidas preocupantes, y tendrá que llevar a cabo recortes para intentar salir del apuro económico que atraviesa.
Lo más reciente que ha comunicado la firma británica es que tendrá que despedir a un 5% de la plantilla, debido a que en el cuarto trimestre del año pasado registró unas pérdidas un 400% más altas que en el mismo período del ejercicio anterior.
Aston Martin debe recuperarse de esta situación pronto
Unos resultados nada buenas para la marca, que con esta medida espera ahorrarse este 2025 algo más de 30 millones de euros, necesario para asumir caídas como en el volumen de ventas al por mayor, que fue un 9% inferior de lo estimado.
La deuda de Aston Martin, además, se ha elevado un 43% con respecto a 2023, lo que supone un importe total de poco más de 1.400 millones de euros, lo que no es precisamente alentador para el fabricante con sede en Reino Unido.
El CEO de la marca, Adrian Hallmark, responsabiliza de esta situación a "las interrupciones en la cadena de suministro de toda la industria", así como a "la debilidad macroeconómica en China".
Y la realidad es que el volumen de venta a mayoristas del país asiático fue realmente bajo, pues Aston Martin perdió un 49% de negociado, si lo comparamos con la cifra lograda en 2023.
No tendrá eléctricos hasta 2030
Un escenario que refleja la potencia de un mercado como el chino, y el daño que puede hacer a los fabricantes tradicionales perder ventas allí, mientras Tesla y firmas chinas locales como BYD, Xpeng y NIO empiezan a acaparar tanto el mercado asiático como el del resto de territorios.
Y tampoco parece que los aranceles de Europa y Estados Unidos estén consiguiendo acabar con esta escena, a pesar de que China no ha sido capaz de eliminarlos ni tan siquiera teniendo a Tesla y a importantes marcas europeas a su favor. Eso sí, Elon Musk no hace lo mismo en Estados Unidos que en Europa con las medidas de Donald Trump, de quien es aliado.
Así las cosas, Aston Martin tendrá que luchar por la supervivencia en los próximos años, con una estrategia de electrificación que se ha ido retrasando, y que ahora ha fijado 2030 como fecha de llegada del primer coche eléctrico, que ya contaría con la tecnología suministrada por Lucid.
Mientras tanto, lo que iremos viendo serán más coches con sistema de propulsión híbrido enchufable, de origen Mercedes, el primero el Aston Martin Valhalla, a razón de más de 1 millón de euros por unidad, y los limitados 999 que se van a fabricar en la primera tirada prevista ya tienen dueño, aunque no lo recibirán hasta finales de 2025.