A Land Rover le espera una segunda mitad de década muy activa. Si bien sus compañeros de Jaguar están sufriendo durante estos años, los de Coventry tienen una agenda muy organizada. Con los Range Rover y Range Rover Sport renovados y mejorados, el próximo en hacer acto de presencia será el Range Rover Velar. El SUV intermedio tendrá que adaptarse profundamente, pero su renovación no seguirá los mismos patrones. Tal y como informan desde Inglaterra, se volverá un SUV 100% eléctrico a partir de 2025, siendo el primero de la casa en estrenar tecnologías.
El lanzamiento oficial del Velar tuvo lugar en el año 2017 y, desde entonces, no se puede decir que haya cambiado mucho. Sus ventas fueron satisfactorias durante los primeros años de vida. Atractivo, equipado y bien acabado, el modelo inglés ha sufrido las consecuencias del paso del tiempo. Actualmente, su visibilidad ha decaído. Sus rivales se han actualizado más y mejor en los últimos años y Land Rover quiere dar un golpe sobre la mesa. La electrificación no será la única novedad para su segunda generación, aunque sí la más importante.
Tal y como recoge Autocar, el objetivo de los ingleses es batirse directamente con el Porsche Macan eléctrico. La apuesta es grande ya que los alemanes están a punto de concluir uno de los desarrollos más esperados de los últimos años. El plan maestro de Land Rover es electrificar todas sus gamas medias y de acceso. El Velar no será el único en volverse un modelo exclusivamente eléctrico ya que tras su presentación deberían acompañarlo los Range Rover Evoque y Land Rover Discovery. Las características particulares hacen más complejo el desarrollo, pero este ya está en marcha.
A principios del año que viene, la planta de Halewood empezará unas importantes obras de renovación que le permitirá transformarse en una fábrica de vehículos eléctricos. Las operaciones de renovación durarán casi todo el año para así poder empezar con la producción definitiva en 2025. Ese mismo año verá la luz el Velar EV con una plataforma completamente nueva denominada EMA. Anunciada en 2021, la arquitectura modular es capaz de adaptarse a diferentes longitudes de batalla y a múltiples sistemas de propulsión: combustión, híbridos y enchufables.
Sin embargo, en un drástico giro de los acontecimientos, Land Rover ha tomado la decisión de centrarse en el formato 100% eléctrico. La plataforma EMA está diseñada para albergar sistemas eléctricos de 800 voltios con la integración de grandes módulos de baterías que podrán recargarse rápidamente. Los datos relacionados con el proyecto son escasos. Los ingleses mantienen en secreto todos los detalles relacionados, aunque han asegurado que sus eléctricos presentarán un consumo récord, entre 6 y 8 kilómetros por kWh de energía consumida (con una batería de 100 kWh podría rcorrer entre 600 y 700 km).
El hecho de incorporar la placa de Range Rover obliga al Velar a entregar lo que Nick Collins, director del programa, considera “verdaderos valores de Range Rover”. Esto quiere decir que deberá ofrecer “capacidad todoterreno, facilidad de uso y refinamiento”, todo ello empaquetado en un enfoque “sin concesiones”. El propio Collins ha confirmado que durante las próximas semanas se presentará una versión renovada que tratará de cerrar la brecha con la siguiente generación. Contará con más equipamiento y con unidades híbridas enchufables revisadas de mayor autonomía y con una mejor potencia de carga.