Hablar de Alfa Romeo es hablar de una de las marcas que más pasiones ha levantado a lo largo de los más de 100 años de historia del mundo de la automoción. Los italianos son la viva imagen de la deportividad clásica italiana. Aunque hoy no vive su mejor momento comercial, Alfa Romeo sigue inspirando a cada nueva generación con creaciones que sólo ellos son capaces de lanzar al mercado. La última de sus joyas conjuga el pasado con el futuro en una carrocería que parece esculpida por los mismísimos dioses del diseño. Sin embargo, el Alfa Romeo 33 Stradale es un coche tan exclusivo que posiblemente nunca pueda verse al natural.
Tan sólo se fabricarán 33 unidades para todo el mundo, todas ellas ya vendidas. Se han hecho a medida para cada cliente, incluso el número de chasis, con un precio de venta que sólo ellos y la marca saben. Obviamente, imaginamos, no será barato, pero bien puede merecer la pena ser uno de los 33 exclusivos dueños de semejante creación. El 33 Stradale no sólo nace para demostrar que Alfa Romeo está preparada para el futuro eléctrico, sino que también rinde un más que merecido homenaje a uno de los coches más bonitos jamás creados, el mítico 33 Stradale de 1967 diseñado por Franco Scaglione.
Sus formas se reconocen a lo largo y ancho de una carrocería afilada, musculosa y elegante. A pesar de que los diseñadores se han tenido que ajustar a las normativas y homologaciones del siglo XXI, el resultado llama la atención. La construcción es totalmente artesanal, a la vieja usanza. Los expertos chapistas de Carrozzeria Touring Superleggera se encargarán de ensamblar las piezas y decorarlas al gusto de cada comprador. Con 4,64 metros de largo y apenas 1,23 metros de altura, el 33 Stradale está construido en un compendio de materiales ligeros como el aluminio o la fibra de carbono, empleado íntegramente en la fabricación del monocasco.
Si por fuera resulta espectacular, no menos atractivo resulta su interior. Tras unas puertas de apertura vertical, el 33 Stradale rinde un homenaje a lo básico, aunque incorpora elementos modernos para escenificar ese matrimonio entre dos épocas radicalmente diferentes. El ambiente deportivo se deja notar en cada centímetro del habitáculo. Sólo la instrumentación digital permite reconocer su carácter moderno. La simplicidad resulta llamativa. Apenas unos botones y palancas servirán para controlar un coche capaz de desarrollar un elevado rendimiento.
Alfa Romeo también permite escoger el motor de esta bestia. Las opciones son un V6 de tres litros o una unidad 100% eléctrica. Esta última cuenta con una gran batería de 102 kWh de capacidad neta, 90 kW útiles, con una estructura eléctrica de 800 voltios. Con un peso en vacío de 2.100 kilogramos, 500 más que la unidad con motor de gasolina, es capaz de homologar una autonomía de 450 kilómetros. Cuenta con un solo motor en el eje trasero que desata hasta 750 CV de potencia y una velocidad punta de 310 kilómetros por hora. La casa italiana no ha especificado datos de interés como el rendimiento de la recarga.