Volkswagen no tirará la toalla. La firma alemana no está pasando por su mejor momento. Sin embargo, todos los movimientos que llevarán a cabo de cara a los próximos años estarán enfocados en proclamarse nuevamente como una de las marcas más rentables y productivas del panorama europeo. No obstante, también cuentan con la presión de tener que alcanzar esta meta en no demasiado tiempo.
El archiconocido fabricante germano está en serios problemas para alcanzar su proyecto de hacer rentable a la compañía, a través de reducir los costes de producción y vender más coches eléctricos baratos. De hecho, en un último informe, queda claro que la firma se ha quedado a “2.000 o 3.000 millones de euros” de cumplir con su meta en el presente 2024.
Tal ha sido el impacto que ha sufrido la marca que, por primera vez en su historia, han abierto la puerta a la posibilidad de cerrar algunas de sus fábricas en Europa. Sin embargo, el director financiero de la marca, Arno Antlitz, ha explicado pormenorizadamente estos problemas a los empleados y les ha lanzado una arenga en una reciente reunión desde la sede de Wolfsburgo, Alemania.
Volkswagen aún tiene margen de maniobra
Bien es cierto que la situación hace pensar que Volkswagen está en la cuerda floja. Sin embargo, la compañía llevará a cabo unos movimientos y modificaciones en su forma de trabajar para alcanzar la meta anteriormente mencionada. El directivo advirtió a sus empleados que Volkswagen sólo tiene “uno, tal vez dos años” para cambiar el rumbo de la empresa y salvar a la marca de un futuro incierto.
A esta reunión acudieron importantes mandatarios de la compañía, como el propio CEO del Grupo Volkswagen, Oliver Blume, así como cientos de trabajadores de la empresa, los cuales se han declarado “muy preocupados” por la posibilidad anunciada de cerrar dos plantas en Europa.
Antiltz afirmó durante su intervención que el mercado automovilístico en Europa “se ha contraído desde la pandemia”. A esto añadió que será “muy poco probable que vuelvan a verse los vertiginosos números previos” a los sucesos del año 2020 en un futuro próximo, tal y como han publicado desde Reuters.
Dicha contracción, así como el estancamiento en la demanda de vehículos eléctricos, han sido los detonantes de tal situación. Según sus pronósticos, Volkswagen venderá alrededor de 500.000 coches menos en un año, por ello, el directivo ha dado a la marca un margen de entre uno o dos años para implementar los recortes necesarios y “estabilizar el barco”.
Por otro lado, tal y como informan desde Reuters, Europa no es el único mercado en el que Volkswagen está teniendo problemas. “Ya no llegan cheques de China”, afirmó Oliver Blume a los asistentes a la reunión celebrada en la sede sobre las dificultades que están encontrando para competir con los rivales chinos.
A esto, el CEO añadió que “unas pocas pérdidas de empleos hoy podrían evitar una tonelada más mañana. La industria automotriz ha cambiado enormemente en el segmento de volumen en tan sólo unos años. Juntos, implementaremos las medidas adecuadas para ser más rentables. Estamos llevando a Volkswagen de regreso al lugar donde la marca se merece; es es la responsabilidad de todos nosotros”.