Si es de tipo SUV y además tiene una motorización híbrida, estamos ante un coche cuya fórmula tiene toda la garantía de éxito. Si a esto sumamos una carrocería de tipo coupé, como es el caso del Toyota C-HR, obtenemos uno de los 10 coches más vendidos de España. El que más ventas alcanzó entre los que tienen motor híbrido.
Sin embargo el modelo se encuentra en plena defunción comercial a causa de la llegada de la nueva generación, que tendrá un precio mucho más alto. Es, por tanto, un modelo de diseño atractivo, pero de tecnología y diseño interior en renovación. Ante esta situación, y analizando a su competencia más directa, hay un modelo que parece superarlo, aparentemente, en todos y cada uno de los apartados.
Se trata del Renault Arkana, un SUV que, aunque por cotas se puede considerar un segmento C (mide 4,57 metros de largo), lo cierto es que se basa sobre la plataforma de los Renault Clio y Dacia Jogger y, por tanto, hace uso del mismo tren de potencia que las versiones híbridas de estos modelos.
Uno de los atractivos del diseño del Arkana para gran parte del público, sin duda, será su marcada altura libre al suelo, ya que ofrece nada menos que 20 centímetros con respecto al piso, mientras que el C-HR se conforma con 14,2 centímetros, lo que le confiere una estética más cercana a la de un compacto que a la de un SUV.
El sistema híbrido que da propulsión al Arkana E-Tech eroga 145 CV de potencia extraídos de un bloque de gasolina de 1,6 litros de cilindrada y respiración atmosférica y de un propulsor eléctrico apostado entre el motor térmico y la transmisión. Lo realmente interesante de este bloque no es su potencia, sino los consumos que logra. El Arkana E-Tech homologa un consumo de 4,7 litros a los 100 kilómetros en uso mixto, una cifra que, según nuestra experiencia, consigue si se hace un mínimo cuidado con el acelerador.
En comparación con el C-HR, el Arkana es un modelo con mejor habitabilidad interior, más maletero y que además tiene un diseño mucho más actual. A esto se ha de sumar que acaba de recibir una renovación para afrontar la segunda parte de su vida comercial de manera más actual, beneficiándose del nuevo logo de la marca así como de una nueva versión Sprit Alpine.
La variante más interesante, sin embargo, no es la que rinde tributo a Alpine sino la más convencional de las dos que Renault ha dejado a la venta. Se denomina Techno y en ella no echaremos nada en falta, salvo, tal vez, elementos de confort, como asientos calefactables o un mejor equipo de sonido, que se pueden sumar de manera opcional.
Todo lo anterior tiene un precio algo más alto que el C-HR, pero, dada la ganancia que plantea el producto conforme a la referencia en la categoría, el desembolso extra no sólo está justificado, sino que representa una mejor relación entre precio, equipamiento, tamaño y prestaciones. El Arkana E-Tech Techno cuesta 32.927 euros, mientras que el C-HR Active cuesta 29.100 euros, pero es más escueto que el francés. La versión 180H del japonés sí tiene más potencia, pero sigue ofreciendo menos equipamiento.
