Habiendo comercializado nada menos que 800.000 unidades en Europa de su primera generación, era de esperar que el gigante japones Toyota invirtiera de nuevo una gran cantidad de recursos en lograr que a nivel de diseño, el modelo fuera de nuevo reconocido al instante.
Y así ha sido. El Toyota C-HR es de nuevo un SUV híbrido de carácter eficiente y de diseño muy llamativo. Gracias a esto, y a un precio que no se ha disparado del todo, el modelo empieza a disfrutar del mismo éxito que tuvo su primera generación.
Por medidas, estamos ante un SUV que se sitúa en la divisoria de los segmentos B y C. Se trata de un hueco en el que, precisamente, están los modelos más vendidos. Los Kia Niro y Hyundai Kona también están entre los límites de ambos segmentos, y los dos son rivales directos del C-HR. De hecho, ambos modelos han usado la misma fórmula que Toyota en cuanto a diseño, pues ambas marcas han querido que la imagen de sus apuestas para este segmento sean lo más disruptivas posibles.
En la gama de Toyota, el C-HR, precisamente, entre el B-SUV y el C-SUV de la marca, el Yaris Cross y el Corolla Cross, respectivamente. Teniendo en cuenta que el Toyota Corolla Cross, su hermano mayor, parte de unos 36.500 euros, los 31.750 euros que tiene como precio de partida la versión más sencilla del C-HR se antojan, en realidad, bastante accesibles. Todo ello haciendo uso del mismo esquema híbrido, de 140 CV de potencia, y de un maletero de 388 litros que aunque no sea una referencia, ni mucho menos, sí que puede resultar suficiente para el día a día de una unidad familiar de cuatro miembros.
Centrándonos en su mecánica, el C-HR hace uso del archiconocido bloque de 1,8 litros de cilindrada que la firma japonesa se ha encargado de explotar hasta sus límites en el campo de la eficiencia. Esto hace que el modelo tenga un consumo homologado de 4,7 litros cada 100 kilómetros, una cifra que será posible observar en el ordenador de abordo si se circula a ritmo tranquilo en el entorno de las grandes ciudades.
Otra de las ventajas de estas mecánicas reside en la contrastada fiabilidad que demuestran con el paso de los años. También se puede encontrar en coches como el Corolla convencional o el Corolla Cross, y se trata de una de las más recomensables si se quieren evitar, a la larga, visitas al taller.