Un Toyota Prius y un GR86 han sido los encargados de mostrar el funcionamiento del combustible sintético que, junto a Toyota, está desarrollando la petrolera japonesa Eneos. Más allá de confirmar que la firma automovilística está colaborando con varios socios para desarrollar la gasolina sintética más competente, lo más llamativo de la noticia es que uno de los coches utilizados, el nuevo Prius, está desvelando la que puede ser la fórmula definitiva para descongestionar el mercado: coches híbridos movidos por combustibles sintéticos.
La firma japonesa cree que es más eficiente repartir el poco litio disponible entre 100 coches híbridos que entre 10 eléctricos puros, por ejemplo. Y, siguiendo con su particular cruzada contra la tendencia general del resto de fabricantes, la marca continúa inmersa en el desarrollo de una nuevo tipo de gasolina, ya que además de trabajar con Eneos, hace semanas anunció que colaboraba con Exxon en el desarrollo de otra gasolina sintética.
En esta ocasión, la demostración no se llevó a cabo al 100% con este tipo de gasolina, sino con una mezcla del 10% de combustible sintético y del 90% de gasolina convencional. Lo que demuestra, por otro lado, la compatibilidad de ambos tipos de carburantes.
Coches híbridos y gasolina sintética ¿el futuro?
El sector de los transportes, y de manera más concreta el del automóvil, se enfrenta a una complicada tesitura a causa del relevo tecnológico que se está produciendo en el seno de los principales fabricantes que componen el sector. La electricidad ha llegado para quedarse como parte fundamental de una piedra angular que cada vez está dibujada con más claridad y en la que el desarrollo y la paulatina adopción de los coches eléctricos marcan la pauta.
Sin embargo, el crecimiento de estos se encuentra estancado en el ámbito comercial a causa, principalmente, de su coste. El principal escollo a la hora de dar el salto a un eléctrico puro reside en el precio de compra, lo que limita sobremanera su alcance, algo que no está sucendiendo con los híbridos convencionales, que cada vez gozan de una cuota de mercado mayor.
En esta situación, una fórmula que combine la eficiencia de un coche híbrido con las emisiones neutras de los combustibles sintéticos puede resultar un buen complemento a los eléctricos puros a medio plazo no sólo por su propio uso, sino también por la posibilidad de poder alimentar automóviles ya fabricados que son propulsados únicamente por motores de gasolina, que hoy día componen en mayor medida el parque automovilístico mundial.