Las marcas de coches necesitan bajar el precio de sus vehículos eléctricos si quieren ser capaces de competir de tú a tú con los fabricantes chinos, y lo cierto es que algunas ya han empezado a entrar en esta guerra de precios.
En los próximos meses veremos una estrategia importante de firmas como Renault y Fiat, que necesitan que sus modelos cero emisiones con mayor potencial ganen toda la cuota de mercado posible.
El R5 y el 500e apostarán por baterias LFP
De ahí que los dos fabricantes europeos se hayan dejado seducir por los paquetes de baterías de tipo LFP o litio-ferrofosfato tanto para el Renault 5 E-Tech como para el Fiat 500e.
Eso, a sabiendas de que la primera avanzadilla del modelo francés sólo dispondrá de dos opciones de baterías NMC (níquel, cobalto y manganeso), mientras que el italiano también está disponible con dos opciones, pero hechas a base de iones de litio.
Lo cierto es que la estrategia de Stellantis con el Citroën ë-C3 ha hecho a ambos repensar sus intenciones, pues este modelo incorpora paquetes de LFP, que resultan tener una capacidad de almacenamiento mayor y, además, admiten potencias de carga más altas que las de otros compuestos, por norma general.
El precio de acceso a ambos modelos bajará
Y por si esto no fuera suficiente, permiten ahorrar en costes y mantener una autonomía competente, lo que ha hecho posible que Citroën tenga el segundo coche eléctrico más barato del mercado español, sólo por detrás del Dacia Spring.
En el caso de Fiat, lo tiene más fácil, pues pertenece al grupo Stellantis, por lo que heredará la tecnología del ë-C3. Renault, por su parte, habría encargado ya a un proveedor nuevas baterías de LFP, con las que podría lanzarse al mercado a partir de finales de 2024.
Esta misma opción estará disponible para el Renault 4, que hasta el Salón del Automóvil de París no se dejará ver de forma oficial, por lo que a los concesionarios se espera que llegue ya en el año 2025.
Es importante fijarse en las posibilidades de bajada de precios que darán las baterías LFP, pues el Citroën ë-C3 con 113 CV y 320 kilómetros de autonomía (44 kWh) sale desde 22.800 euros antes de aplicar los 7.000 euros en la ayuda.
Para el Fiat 500e, con la batería de nueva generación, será fácil bajar del precio de 26.822 euros que marca ahora sin ayudas, con 95 CV, paquete de 21,3 kWh de capacidad y 190 kilómetros de autonomía. Aunque la versión que estará a la altura de Citroën y Renault será la de 118 CV y 330 kilómetros de autonomía, gracias al componente de 37,3 kWh.
Y cuando el Renault 5 incorpore el nuevo paquete LFP para su versión asequible, bajará, sin duda, de los 24.900 euros, antes de Plan Moves III, que se espera que cueste el de 150 CV con 300 kilómetros de autonomía (40 kWh), aunque de momento sólo se ha lanzado la variante con la batería de 52 kWh y 410 kilómetros de uso, desde 32.900 euros sin ayudas.