China ya es el país preferido por muchos fabricantes para llevarse allí la producción de sus coches eléctricos. Baterías más asequibles, recursos humanos casi ilimitados y unos costes de producción extremadamente reducidos con respecto a Europa están entre los principales motivos. En cambio, existen fabricantes procedentes del país asiático que aun con todas estas ventajas en su haber, están dispuestas a traerse su producción al Viejo Continente con tal de ganar cuota de mercado aquí.
Desde hace meses los rumores sobre la apertura de una fábrica de coches eléctricos de BYD en Europa han tomado fuerza. La marca china tiene muy claras sus intenciones de acercar la producción al competido mercado europeo, pero un ejecutivo de la marca acaba de afirmar que podrían ser dos las instalaciones abiertas en el Viejo Continente. No hay plazos concretos firmados, pero ya la sola intención demuestra que la industria del automóvil china se lanza a la conquista de Europa, no sólo con productos, también con la fabricación.
La información ha sido publicada por Bloomberg a través de una entrevista realizada a la vicepresidenta ejecutiva de la compañía, Stella Li. "Sí, y tal vez no sólo una, pueden ser dos". De esta forma tan clara la directiva ha declarado que BYD ya está buscando los terrenos más adecuados donde instalar las plantas de producción, por el momento no hay confirmación oficial, pero todas las miradas apuntan a Europa del Este. De esta forma los chinos serían capaces de suministrar un mayor volumen de vehículos en el mercado, saltándose así las complicadas gestiones aduaneras.
En los últimos meses hemos visto cómo las diferentes regiones comerciales del mundo han levantado muros contra rivales. El caso más claro es el de Estados Unidos. La administración Biden ha fijado aranceles considerables a aquellos fabricantes que no produzcan sus coches dentro del mercado americano, lo que limitaría la competitividad de marcas europeas. Tras una dura lucha comercial Europa y Estados Unidos parecen haber llegado a un acuerdo para liberar de impuestos a sus fabricantes, aunque nada impide que la política se extienda a otras regiones.
Está claro que BYD y otros fabricantes asiáticos han visto en el coche eléctrico el mejor medio para conquistar el mercado europeo. Diferentes analistas indican que para el año 2025 Europa importará más de 800.000 coches de China. La industria europea sufre las consecuencias de políticas de deslocalización. Esta misma semana hemos podido saber que el próximo CUPRA Tavascan será fabricado en exclusiva en China para todos los mercados, incluyendo Europa. Un duro revés para las instalaciones del Grupo Volkswagen que aspiraban a tener ese derecho.
Con respecto a la estrategia de BYD, la compañía ha presentado oficialmente su candidatura en el Viejo Continente. Hace apenas unas semanas, en un gran acto multitudinario, los chinos presentaron en sociedad su estrategia europea. Con la sede fijada en Alemania, el objetivo no es sólo importar una gran cantidad de vehículos, sino producirlos aquí. No será pronto, pero como ya ha comentado la propia vicepresidenta ejecutiva la opción real está sobre la mesa. La primera planta podría inaugurarse en 2026 o en 2027.
El desembarco comercial ya está en marcha con tres modelos diferentes: BYD Tang, BYD Atto 3 y BYD Han. El lanzamiento también incluye a España, aunque por el momento la presencia será minoritaria. A finales del mes de septiembre pudimos conocer los precios de venta de sus eléctricos en el mercado alemán. Entre los 38.000 y los 72.000 euros. Una horquilla muy amplia que dependerá del modelo, la versión y el equipamiento. La unidad que se espera más popular es el Atto 3, un SUV con hasta 420 kilómetros de autonomía homologada que se adentra en el segmento C-SUV con sus 4,45 metros de largo.