Volkswagen ha dado luz verde a la producción en serie de sus próximos SUVs eléctricos, el Volkswagen ID.5 y su versión más prestacional, el ID.5 GTX. Estos dos nuevos modelos marcan el siguiente paso en la estrategia 'Accelerate' de la firma alemana, con la que pretende impulsar su cambio hacia la movilidad eléctrica, pero además han supuesto la constatación de un hecho histórico en la planta de Zwickau donde se ensamblarán.
Y es que el inicio de la producción en serie del ID.5 y del ID.5 GTX supone la culminación de la transformación de la fábrica de Zwickau (Alemania) en una planta que solamente producirá vehículos eléctricos. Dice Volkswagen que esta planta se convierte así en «la primera instalación (...) de cualquier fabricante de volumen en todo el mundo que cambia toda su producción de vehículos con motor de combustión interna a vehículos eléctricos». Poniéndonos puntillosos podríamos decir que la fábrica de Tesla en Fremont ya hizo esto antes (dicha factoría perteneció a General Motors y Toyota en el pasado), si bien en esa transformación ha habido un cambio de fabricante y tres décadas de por medio. De lo que no hay duda es que el caso de Zwickau se trata de un hecho sin precedentes para un único fabricante o propietario, en este caso el Grupo Volkswagen.
El Volkswagen ID.5 ya está a la venta en España desde 49.980 euros.
A partir de ahora, en Zwickau se fabricarán seis modelos totalmente eléctricos de las marcas Volkswagen, Audi y Cupra. Todos ellos basados en la misma plataforma eléctrica modular (MEB), una plataforma que es la piedra angular sobre la que se han construido todos los modelos eléctricos de volumen del Grupo. En esta planta se producirán los Volkswagen ID.3, ID.4 e ID.5; los Audi Q4 e-tron y Q4 Sportback e-tron; y el Cupra Born, el "mellizo" del ID.3 con sello español. En total, la fábrica de Zwickau tendrá capacidad para producir 300.000 coches eléctricos al año, convirtiéndola en la mayor fábrica de Europa dedicada exclusivamente a la producción de eléctricos.
Una transformación que no ha llegado de la noche a la mañana: Volkswagen ha invertido 1.200 millones de euros en los últimos cuatro años para adaptar las instalaciones a la producción de vehículos eléctricos. Ello ha implicado ampliar talleres, se ha construido un nuevo edificio logístico, se han modernizado las instalaciones a la Industria 4.0 y se ha elevado aún más la automatización con más robots inteligentes (el número ha aumentado de 1.200 a 1.625) y con sistemas de transporte autónomo, que llevan los componentes hasta la línea de montaje sin intervención humana. La automatización en la línea de montaje se ha duplicado hasta el 28% y en algunas partes del proceso productivo la automatización alcanza el 90%.
Producción del Volkswagen ID.4 en Zwickau.
La otra característica de la fábrica es su neutralidad en emisiones de carbono. Volkswagen asegura que todos los vehículos que salen de Zwickau se producen de forma neutra en carbono a lo largo de toda la cadena de suministro y producción. Durante el proceso de fabricación, la generación de carbono se evita o se reduce en la medida de lo posible, y las emisiones que son inevitables se compensan mediante proyectos climáticos debidamente certificados.
La historia no acaba en Zwickau, pues este año se comenzará a fabricar el Volkswagen ID.4 en Emden (Alemania) y Chattanooga (Estados Unidos) y la Volkswagen ID.Buzz en Hannover (Alemania). El grupo alemán se ha marcado el objetivo de producir 1,2 millones de coches eléctricos de plataforma MEB en 2022 entre todas sus plantas de Europa, Estados Unidos y China.