Cuando Xiaomi anunció que iba a desarrollar y fabricar un coche muchos pensaron que se habían vuelto locos. Que una compañía tecnológica, encargada de fabricar desde móviles hasta robots de cocina, se lanzara a la aventura del automóvil era raro. Otras ya lo habían intentado antes, como Apple o Google, pero la mayoría abandonaron los proyectos por el enorme coste. Sin embargo, los chinos no se han rendido. Xiaomi ha trabajado durante años y su primer coche eléctrico ya es un éxito. El SU7 es uno de los eléctricos más interesantes del momento. Se vende todo lo que se fabrica, pero aún así Xiaomi sigue perdiendo dinero con cada uno de ellos.
En realidad no es ninguna sorpresa. Las marcas tardan bastante tiempo en recuperar la enorme inversión que supone desarrollar un coche desde cero. Los grandes grupos comparten tecnologías entre sus marcas, agilizando el retorno y adelantando los beneficios. Xiaomi no pertenece a ningún gran conglomerado automovilístico, ni se ha asociado con ninguno para crear su primer coche eléctrico. Todo el trabajo ha sido creado, diseñado y fabricado por ellos. Lo que tiene mucho mérito teniendo en cuenta las condiciones actuales del mercado. Sí que es cierto que Xiaomi está trabajando en nuevos modelos que sí aprovecharán la tecnología del SU7.
Xiaomi ha conseguido en menos de un año lo que a Tesla le costó más de una década
Ya sabemos que el segundo de sus vehículos será un SUV y que se presentará, con casi toda seguridad, a finales de este año. Gracias a ese aprovechamiento de recursos, Xiaomi acelerará el retorno de la inversión con cada matriculación completada. A pesar de ello, puede que no sea necesaria la llegada del SUV para que la división de automóviles empiece a generar beneficios. El último balance de resultados presentado asegura que Xiaomi sigue perdiendo dinero con cada unidad del SU7 matriculada, pero la pérdida es significativamente menor a la que conocíamos en agosto. Xiaomi está a punto de batir todos los registros de precocidad económica que se conocían.
Los datos aseguran que la pérdida es de 38.000 yuanes por coche, algo menos de 5.000 euros al cambio. En agosto esa cifra era de 7.500 euros. El éxito ha reducido los plazos y ha obligado a Xiaomi a recalcular las expectativas de ventas para este año. De las 100.000 unidades previstas ahora se estima que serán 130.000 las que se matriculen al cierre del curso, un 30% más. Muchos temen que Xiaomi se sitúe como uno de los mayores fabricantes de China cuando se ponga en marcha su propia fábrica. Una gran planta de producción que ya están levantando a un ritmo de récord. El proyecto todavía no se ha ejecutado y ya están organizando una ampliación.
Xiaomi pronto empezará a ganar dinero con su primer coche eléctrico. Hace apenas 230 días que salió de la cadena de montaje la primera unidad destinada a clientes. Nunca antes un fabricante de coches había fabricado tantas unidades, 100.000, en tan poco tiempo. Tesla tardó 12 años en alcanzar ese volumen de producción. Li Auto y NIO, dos grandes fabricantes chinos, tuvieron que esperar dos y tres años, respectivamente. Hasta ahora el récord estaba en manos de Aito. El fabricante chino fijó un nuevo hito al tardar 448 días en fabricar 100.000 unidades. Xiaomi ha alcanzado la misma cifra en casi la mitad de tiempo. Será difícil ver un éxito así en el futuro, aunque viniendo de China todo es posible.