El pasado día 30 de octubre se activaban las alarmas en los mercados financieros de todo el mundo. La UE activaba definitivamente -y por un plazo de cinco años- los aranceles añadidos a los coches eléctricos fabricados en China -de hasta el 35,3% a marcas como MG- y el consumidor veía como la posibilidad de adquirir un coche eléctrico a buen precio se esfumaba a partir del próximo enero.
Y es que, aunque la mayoría de las marcas que fabrican en China ya han señalado que, pese a la entrada en vigor de estos aranceles, no subirán los precios de sus coches hasta final de año; otras ya han dejado muy claro que, en 2025 podría haber no sólo una subida generalizada de precios, sino incluso varias.
La jugada maestra para burlar a los aranceles, hacer a los coches chinos 'made in Europe'
La solución a este problema pasa, en parte, porque las marcas chinas construyan en Europa fábricas dónde producir sus vehículos, que así no serían considerados chinos, sino europeos.
Pero hay un importante problema, China ha indicados a sus marcas que corten la inversión en países europeos, lo que ya ha afectado a la localización de la producción de algún modelo, como el próximo Leapmotor B10 que, a pesar de lo previsto hace meses, finalmente no se construirá en Polonia.
Ante esta situación, aún existe una alternativa para que los coches eléctricos construidos en China no se vean afectados por los aranceles aprobados por la UE. Eso sí, no se puede aplicar a todos aquellos modelos de coches eléctricos chinos, pero sí a los que ya iban a ser ensamblados en su fase final en plantas europeas.
La táctica para que los coches eléctricos chinos finalmente no paguen aranceles en Europa la ha desvelado Rafael Ruiz, presidente de la empresa EV Motors, en unas declaraciones a Bloomberg News que recoge Autonews.
Hay que recordar que EV Motors es una empresa de vehículos eléctricos y socia del grupo chino, que utilizará las antiguas instalaciones de Nissan en la Zona Franca, en Barcelona, para ensamblar tanto los modelos de las marcas chinas Omoda y Jaecoo -pertenecientes a Chery y cuya fabricación se ha retrasado debido a la aprobación de los aranceles- como modelos de camionetas pick up y coches eléctricos -pero también híbridos y térmicos- del grupo chino vendidos bajo la renacida marca Ebro.
El uso de componentes fabricados en Europa, la clave
En principio los modelos de la marca Ebro se ensamblarán montando en Barcelona los kits preconstruidos -cuyas piezas hay que soldar, unir y pintar- llegados desde China.
Pero, según declaró Ruiz, EV Motors “ya está trabajando para asegurar el suministro de componentes locales” para los vehículos construidos a partir de su joint venture con Chery, de forma que incluso los modelos eléctricos de Chery, como el Omoda V EV, sean considerados europeos y no chinos.
“Los suministros de componentes locales reducirán los costes de importación y mejorarán la productividad”, manifestó Ruiz, quien señaló que “hemos analizado estos con gran detalle y estamos trabajando en que nuestros coches sean considerados europeos”.
Cabe recordar que la UE exige un determinado -y elevado- número de componentes construidos en suelo europeo para considerar que un vehículo tiene esta 'nacionalidad'.
Y si no, que se lo digan al fabricante DR, que fue multado a comienzos de año por las autoridades italianas con seis millones de euros por publicitar sus vehículos como italianos cuando, en realidad, eran producidos por Chery, JAC y BAIC en China y, en suelo italiano, sólo sufrían operaciones de montaje y acabados.