Pese a que las matriculaciones de vehículos eléctricos siguen aumentando, lo cierto es que no crecen al ritmo esperado, y mucho menos acordes a la cifra necesaria para lograr los objetivos de reducción de emisiones en Europa. Los fabricantes de coches están negociando con el Gobierno de España una revisión del plan de ayudas a la compra de coches híbridos enchufables y 100% eléctricos.
Lo cierto es que había fijado un encuentro esta misma semana entre los representantes de las marcas y los concesionarios con el presidente Pedro Sánchez, pero la emergencia ocasionada por la DANA ha hecho que la agenda varíe para atender antes otras prioridades.
Se necesita una solución in extremis
Por tanto, se retrasa la reunión en la que las partes tienen que hablar sobre el escenario que vive la industria del automóvil en España, y las posibles soluciones, que para los interesados del sector son, entre otras cosas, que los actuales incentivos del Plan Moves se conviertan en ayudas directas a la compra.
Esto, más que nada, porque ahora mismo el comprador de un vehículo tiene que adelantar los hasta 7.000 euros de ayudas (con achatarramiento), sin saber si se le va a conceder la misma hasta tiempo después, y recibiendo el ingreso en su cuenta hasta pasado un año desde la adquisición del coche.
Eso hace que muchos no terminen de decidirse y, como afirman desde el sector del automóvil, ahora "lo más urgente es atajar el impulso de la demanda y la infraestructura de carga".
Esto último, porque la falta de un buen número de puntos de recarga repartidos por todo el país también es otra de las causas por las que los potenciales clientes siguen sin decantarse por un coche que sea 100% eléctrico.
Incentivos directos es lo que se necesita
Todo esto ha dado lugar a que el negociado del automóvil en Europa se encuentre sumido en lo que algunos tachan como de una "situación insostenible", y los distintos territorios que componen el continente buscan una solución.
España actualmente tiene por delante una vigencia del actual Plan Moves III hasta el 31 de diciembre de 2024, y el acumulado de incentivos suma ya 1.500 millones de euros, pero el problema no está tanto en la cantidad como en la manera de darlo.