Se acerca el día 1 de septiembre, fecha en la que entra en vigor el nuevo ciclo WLTP, la nueva normativa de emisiones global que ha provocado un pequeño terremoto en la industria del automóvil. Todos los coches nuevos a partir del primero de septiembre se enfrentarán al implacable test WLTP, un nuevo estándar que medirá las emisiones y consumos de los coches mediante pruebas diseñadas para emular la conducción real y así ajustarse con más precisión a la realidad de cada vehículo, sea o no eléctrico.
Pruebas en cada versión
Los fabricantes deben probar todos sus coches con cada especificación de motor, acabado y equipamiento según la nueva normativa para estipular, con la mayor exactitud posible, sus datos de consumos y emisiones. Esto comportará que, si no hay cambios en el modo de imponer el impuesto de matriculación, muchos vehículos que antes no lo pagaban, salten de tramo impositivo y pasen a hacerlo, con lo que su precio se verá encarecido. Según los expertos, esto podría hacer que el mercado cayera hasta un 10%, sobre todo los primeros meses tras la entrada en vigor del ciclo WLTP.
La necesidad de probar tantas variantes ha llevado a marcas como Volkswagen a anunciar parones de producción para ajustarse a la nueva normativa y a no poder ofrecer fechas de entrega exactas a los clientes. Otras marcas, como Porsche, dejaron de admitir pedidos personalizados para adaptarse al WLTP. "El 1 de septiembre todo debe estar arreglado, hecho y certificado. No estamos preparados para obtener la nueva certificación en dos meses y nuestros proveedores tampoco. Algunos motores no estarán disponibles durante unos dos meses", admitía Frank Welsch, encargado de investigación y desarrollo de Volkswagen en el medio británico Autocar.
Además, como ha admitido más de una vez Faconauto, la patronal de concesionarios, se teme que los concesionarios empiecen a automatricular vehículos antes de septiembre para hacerlo bajo la normativa NEDC y después venderlos en calidad de seminuevos, km 0 u ocasión. Sin ir más lejos, Emilio Herrera, director de Operaciones de Kia Motors Europa, cree que en agosto se producirán "bastantes" matriculaciones tácticas (automatriculaciones) por parte de los concesionarios debido a la llegada del nuevo test de consumo y emisiones WLTP
¿Cómo afectará el ciclo WLTP a los eléctricos?
Los interesados por un eléctrico no deben temer un encarecimiento del precio porque, al no generar emisiones, no hay peligro de que cambien de tramo impositivo. Sin embargo, los que están mirándose eléctricos verán como, de golpe, la autonomía estimada de todos los modelos baja y, en algunos casos, notablemente. Pese a la bajada, los compradores deben saber que las cifras serán mucho más precisas que las obtenidas bajo el casi extinto ciclo NEDC.
Las condiciones de las pruebas que deberán superar los eléctricos para determinar su autonomía serán mucho más severas que antes. Por ejemplo, el test de rodillos tiene más fases, los coches alcanzarán velocidades más altas y acelerarán más, entre otras medidas. Para ver cómo afectará el cambio de ciclo a los eléctricos, es necesario ver algunos ejemplos de vehículos. El Tesla Model S 75D tiene, bajo el ciclo NEDC, una autonomía de 490 kilómetros, cifra que se verá reducida hasta los 358 bajo el WLTP. El BMW i3, con 300 km de autonomía, bajará a 219 y el Hyundai Ioniq, con 280, verá bajar su autonomía hasta los 204 kilómetros. En definitiva, de media, las autonomías homologadas mediante el obsoleto ciclo NEDC se reducirán aproximadamente en un 27%.
Pese a que puede parecer algo negativo, estamos ante algo tremendamente positivo para el cliente, que, al no verse afectado el precio por culpa de las emisiones, recibirá datos mucho más reales que le permitirán adaptar el vehículo que compre a sus necesidades. Sin embargo, algunos expertos creen que la caída de la autonomía podría ralentizar un mercado con un enorme crecimiento durante el último año. Quedan dos meses para la llegada del ciclo WLTP de forma obligatoria y toda la industria trabaja para adaptarse.