General Motors transformará su principal centro de producción, Detroit/Hamtramck Assembly en 'Factory Zero', una instalación de ensamblaje específica para sus vehículos eléctricos. Esta reconversión supone el inicio de un nuevo rumbo para el gigante automovilístico americano, que a partir de ella arranca una nueva etapa 'cero emisiones, cero congestiones, cero accidentes'. A pleno rendimiento, de sus líneas de producción saldrán cada año 270.000 vehículos, las mismas que antes de su remodelación, aunque el flujo de procesos y operaciones será completamente distinto.
Detroit/Hamtramck Assembly está situada a cinco kilómetros de la sede corporativa de General Motors. Su historia se remonta a 1911 cuando se construyó por primera vez como la Dodge Factory. En 1980 cerró sus puertas y en 1981 fue demolida, para dar paso a una nueva instalación para fabricar los coches de Buick, Oldsmobile y Cadillac. Fue precisamente un Cadillac Eldorado el primero en salir de sus líneas de producción en febrero de 1985. Hasta mayo de 2020, cuando comenzaron los trabajos para convertirse en la Factory Zero, trabajaban allí más de 1.800 personas y se habían fabricado más de cuatro millones de vehículos.
Si bien la decisión de dedicar esta instalación a la fabricación de coches eléctricos ya se había tomado con anterioridad, la confirmación de su exclusividad sitúa a Factory Zero como " la planta de ensamblaje insignia de GM en nuestro viaje hacia un futuro totalmente eléctrico" asegura Gerald Johnson, vicepresidente ejecutivo de operaciones globales de General Motors, y "en el próximo campo de batalla en la carrera de vehículos eléctricos y será".
Factory Zero recibirá nuevos robots, cintas transportadoras y herramientas.
La inversión que el grupo americano ha dedicado para esta remodelación asciende a 2.200 millones de dólares, y se convierte en la mayor inversión en una planta en la historia de la empresa, según asegura General Motors. Entre otras cosas, las áreas de ensamblaje, carrocería y pintura serán equipadas con nuevos robots, cintas transportadoras y herramientas. Además, en la planta se instalará un nuevo sistema de control integral de operaciones, que permite un alto grado de automatización. Cuando se encuentre en pleno funcionamiento, en ella trabajarán más de 2.200 personas.
General Motors se ha comprometido a que el abastecimiento eléctrico de toda la planta se realice mediante fuentes de energía renovables, una obligación que se extenderá a todas sus instalaciones situadas en Estados Unidos antes de 2030. Para el resto de instalaciones del mundo, el plazo de adecuación se extiende hasta 2040.
Uno de los primeros modelos eléctricos que saldrá de Factory Zero será el Hummer. Un vehículo con genes militares, cuyas emisiones y consumos nunca preocuparon a su fabricante ni a sus usuarios y que ahora se convierte en un símbolo de la electrificación bajo la marca GMC. Su presentación virtual, prevista para hoy martes 20 de septiembre por la noche, en su versión pick-up, aunque también habrá un SUV y un todoterreno. También se abrirá el plazo de reservas a las que se accede mediante un depósito reembolsable de tan solo 100 dólares. La inversión de la compañía en la campaña publicitaria que rodea en Estados Unidos a este nuevo Hummer está siendo considerable, buscando lograr la misma repercusión que en su día tuvo el Tesla Cybertruck.
GMC Hummer eléctrico.
Allí también se ensamblará el Cruise Origin, un transbordador eléctrico y autónomo presentado en enero de este mismo año. Ambos modelos emplearán la nueva plataforma Ultium que consta de baterías, motores y transmisiones de última generación que compartirán todos sus futuros modelos eléctricos. En 2023, General Motors planea disponer de 20 vehículos eléctricos a nivel mundial. La flexibilidad de estos componentes permitirá diferentes formatos, tipologías y tamaños. El resultado serán modelos de tracción delantera, trasera o total, incluyendo deportivos de alto rendimiento y todoterrenos.