El resurgir del hidrógeno como alternativa a los combustibles fósiles en la industria del automóvil, en otras, se demuestra día a día con las propuestas que los distintos fabricantes de coches van lanzando al mercado.
Marcas japonesas como Toyota y Honda ya dieron hace años un paso más en este sentido, y no hacen más que confirmar sus intenciones y continuación en cuanto al uso del hidrógeno en sus modelos de producción serie.
Pero hay otros fabricantes que se van dejando seducir por este elemento libre de emisiones y que busca ser el salvador de los motores de combustión, ya que se podrían mantener tal y como los conocemos ahora, tras algunas modificaciones para poder trabajar con el combustible verde.
Así es la patente de Ferrari
La última patente de Ferrari deja claro que el hidrógeno está en sus pensamientos, pues su reciente registro de febrero deja ver un sistema de propulsión híbrido, que conecta una mecánica de combustión para mover el eje trasero y un motor eléctrico para el eje delantero.
Lo curioso del esquema es que lo que hay en la parte trasera se corresponde con un bloque tradicional, modificado y preparado para alimentarse con el hidrógeno de los cuatro tanques que incorpora.
Además, el motor térmico está del revés, pues han dibujado una mecánica de seis cilindros en línea en una disposición contraria a la que usan el resto de vehículos que se comercializan. Aunque esta tecnología no obliga a renunciar a bloques en 'uve', como los conocidos V6, V8 y V12, la colocación en línea de los cilindros sería la más óptima para encajar un sistema así bajo la carrocería.
Básicamente, lo que vemos es un motor ICE en el que el cigüeñal aparece en la parte superior y la culata en la zona inferior. Dos tanques de hidrógeno con forma esférica aparecen a cada uno de los lados de la mecánica, mientras que otro par, cilíndricos, se sitúan encima del bloque.
Tener un coche híbrido ya no sería nada nuevo en el catálogo de Ferrari, aunque sí la utilización del hidrógeno como combustible y, por supuesto, la incorporación de esta mecánica invertida, si es que parte o la totalidad de lo patentado llega a hacerse realidad en algún momento.
Principal reto de este sistema
Entre los retos que tiene hacer funcionar un coche así, está el de la lubricación. Más que nada porque poner el motor en esa posición no ayuda, por un tema de gravedad, a la correcta circulación del aceite.
Que se mezcle o llegue a partes del bloque que no debe, sería catastrófico, pero para eso se propone un sistema de lubricación de cárter seco presurizado, con tres bombas dedicadas a la correcta circulación del aceite por el sistema, extrayéndolo o enviándolo cuando sea necesario.
De momento, no es más que una propuesta sobre el papel, por lo que no sabemos lo que Ferrari podría tener entre manos en este sentido y de cara a un futuro próximo, cuando las restricciones de emisiones obliguen a cambiar radicalmente el funcionamiento de vehículos de marcas de la talla de Ferrari.