Jean-Éric Vergne ha conseguido defender la corona y se ha proclamado campeón mundial de Fórmula E por segundo año consecutivo tras la segunda carrera en el ePrix de Nueva York. El francés ha asegurado el título en una carrera en la que se ha proclamado vencedor Robin Frijns con su Virgin por delante del BMW i Andretti de Alexander Sims y Sébastien Buemi, quien termina la temporada como subcampeón del mundo.
Al empezar el día los candidatos al título eran cuatro: Vergne, di Grassi, Evans y Buemi, ganador de la carrera del día anterior. No obstante, el suizo debía sumar todos los puntos contando con los tres de la pole position y sus posibilidades se evaporaron cuando el piloto de BMW i Andretti Sims marcó la pole por delante de Robin Frijns y el propio Buemi. Tras ellos se alineaban Sam Bird, Stoffel Vandoorne, Daniel Abt, Oliver Rowland, Evans, Gary Paffett, Edoardo Mortara y los principales candidatos al título, di Grassi y Vergne.
En la salida Buemi adelantó a Frijns pero no a Sims mientras que las posiciones se revolvían en las primeras curvas dado que en la parrilla las posiciones impares tenían la trazada más limpia que las pares. El primer incidente tuvo lugar entre José María López y André Lotterer: primero el alemán golpeaba al argentino y trompeaba y este, al recuperarse, golpeaba de nuevo al DS Techeetah. Los dos quedaron fuera de carrera y el coche de seguridad salió a pista.
Dos vueltas después se marchó y de inmediato comenzaron las diferentes estrategias del Attack Mode, con algunos pilotos activándolo para atacar a los de delante, defenderse del quien le seguía o no activándolo y guardárselo para más tarde. Frijns lo activó para realizar un arriesgado adelantamiento a Buemi, recuperando el segundo puesto y poco después su compañero de equipo Bird hacía lo propio con Vandoorne, situando el segundo Virgin detrás de Buemi. Di Grassi y Vergne subían a posiciones de puntos al adelantar a Paffett, colocándose detrás de Evans, estando juntos los tres que luchaban por el título. Delante tenían a Vandoorne, que trataba de defenderse para lograr la mejor posición de HWA en su despedida antes de dejar su hueco a Mercedes para 2019/2020.
En la segunda mitad de la carrera Frijns lanzaba un ataque al límite a Sims y obtenía sus frutos, colocándose como nuevo líder con su Virgin. Di Grassi trataba de avanzar, pero tardó diez minutos en poder adelantar a Vandoorne y Rowland, subiendo al séptimo puesto mientras que Vergne seguía décimo, tras haber salido victorioso de una lucha contra Antonio Félix da Costa. Frijns conseguía distanciarse de Sims, Buemi, Bird, Abt, Evans y di Grassi, quienes conformaban el pelotón perseguidor. Por detrás, Max Günther se pasaba de frenada en una curva y se salió, pudiendo continuar pero en última posición.
En la última vuelta todo parecía controlado pero di Grassi lanzó un último ataque desesperado contra Evans, que acabó en desastre para los dos contendientes: a pocas curvas de cruzar la meta acabaron contra el muro mientras Vergne veía como todos sus obstáculos se caían y era campeón mundial por segundo año consecutivo, el primer piloto en la historia de la Fórmula E en lograrlo.
Frijns se llevó de este modo la victoria por delante de Sims, Buemi, Bird, Abt, Rowland y el campeón mundial Vergne, que también aseguraba los puntos necesarios para que DS Techeetah fuera campeón de constructores frente a Audi Sport. Vandoorne, da Costa y Paffett completaron las posiciones de puntos.