Los fabricantes de vehículos Volkswagen y Ford están gestando una alianza a la que aún faltan varios puntos por resolver. El acuerdo serviría para que la compañía alemana compartiese con la firma de Michigan su plataforma MEB para fabricar vehículos eléctricos en serie, mientras que la marca estadounidense quiere una cuantiosa inversión para su tecnología de vehículos autónomos. Es aquí donde radican las diferencias entre Ford y Volkswagen.
Según fuentes consultadas por la agencia Reuters, Volkswagen se niega a invertir en la tecnología de coches autónomos debido a que genera dudas en la compañía alemana. Ford, por su parte, requiere un montante de al menos 500 millones de dólares, unos 444 millones de euros. La firma con sede en Detroit (Michigan) está buscando socios que puedan invertir hasta alcanzar 1.000 millones de dólares –alrededor de 887 millones de euros– y que supondría un acuerdo a la altura del alcanzado entre su mayor rival, General Motors, con el banco japonés Softbank.
"Todavía estamos en negociaciones con Ford, que estamos llevando a cabo de manera constructiva y abierta", explicó Volkswagen en un comunicado emitido hace unas semanas. Ford, por su parte, señaló que "las discusiones han sido productivas en varias áreas. Compartiremos las actualizaciones a medida que los detalles se vuelvan más firmes".
El pasado enero, ambas compañías anunciaron una alianza para desarrollar furgonetas comerciales y pickups, y llegaron a firmar incluso una memoria de entendimiento para trabajar conjuntamente en tecnologías aplicables tanto en vehículos eléctricos como en autónomos, algo que permitiría a los fabricantes ahorrar miles de millones. Los directores ejecutivos Herbert Diess, de Volkswagen, y Jim Hackett, de Ford, mostraron también su optimismo el pasado enero.
En cuanto al uso compartido de la plataforma MEB, las dudas de Ford residen en dónde proporcionaría Volkswagen la arquitectura y cuánto tendría que pagar finalmente la firma de Michigan. Según las fuentes de Reuters, Ford podría no tener acceso a la MEB hasta 2024 "como mínimo". Jim Harley, presidente de mercados globales de Ford, dejó entrever hace unas semanas que la plataforma ha sido concebida principalmente para su uso en Europa y China, lo que sembraría dudas sobre su incorporación al mercado norteamericano, cuyos consumidores tienen unos intereses distintos a los europeos o los asiáticos. Asimismo, las mismas fuentes aseguran que las negociaciones no están "necesariamente" vinculadas, por lo que podría revelarse uno de los dos acuerdos independientemente de llegar a buen puerto en el otro.