La vida del Ford Explorer europeo está siendo mucho más accidentada de lo que nadie desearía. Los americanos han tenido problemas desde el primer momento en un coche que promete grandes cifras. La semana pasada, por fin, se dio inicio a la producción tras más de un año esperando dicho momento. La teoría principal ha apuntado a un cambio en las baterías, pero ahora Ford desmiente esa corriente sin aportar información alguna. Mientras tanto, el Explorer prepara sus últimos y fundamentales pasos para llegar finalmente a los concesionarios. Ya hay precios y si bien no es barato, tampoco se puede decir que sea especialmente caro.
Ford no está sabiendo encajar la llegada de sus primeros modelos eléctricos. La compañía americana tiene muy buenas intenciones, pero se está dando cuenta que el mercado no está cambiando al ritmo que ellos suponían. El departamento de eléctricos, denominado como Ford Model E, pierde ingentes cantidades de dinero por cada unidad que vende. 100.000 dólares por vehículo matriculado que suponen pérdidas anuales por valor de más de 50.000 millones de dólares. Dado el nefasto ritmo, Ford no ha tenido más remedio que replantearse la estrategia. Dará prioridad a los coches pequeños y baratos, para los cuales ya está desarrollando una plataforma propia.

La ficha técnica específica que estamos ante baterías de iones de litio
Como todo el mundo sabe, el Explorer es el primer turismo surgido de la alianza entre Volkswagen y Ford. Los americanos emplean la plataforma MEB de la casa germana y el Explorer europeo está considerado como el hermano mellizo del Volkswagen ID.4. Un SUV compacto que apenas se parece a su primo alemán. Ford ha trabajado mucho para tener un posicionamiento completamente diferente, de hecho, el Explorer nos parece mejor coche que el ID.4, aunque todavía no lo hemos probado. Su interior presenta mejores acabados y una presentación mucho más agradable sin que por ello pierda espacio o practicidad.
La gama mecánica está compuesta por dos únicas versiones. Una flota corta, pero equilibrada que arranca su rendimiento en los 286 caballos de la versión de Rango Extendido con batería de 77 kWh de capacidad útil. Un sólo motor instalado en el eje trasero es capaz de homologar una autonomía máxima en ciclo WLTP de hasta 602 kilómetros, 50 kilómetros más que el ID.4. La unidad más potente de la familia alcanza los 340 caballos y se alimenta de una batería con 79 kWh de capacidad aprovechable, la misma que ha estrenado el Volkswagen ID.3 GTX. Esquema de motor dual y un alcance máximo homologado de 566 kilómetros según ciclo WLTP.

Ford especifica que las baterías del Explorer usan la tradicional receta de litio, las mismas baterías que monta Volkswagen en el ID.4 y en toda la flota ID. Sin embargo, la semana pasada, corrió el rumor que Ford había retrasado medio año el lanzamiento del Explorer tras haber decidido cambiar las baterías. Los americanos sopesaron la opción de montar una baterías LFP desarrolladas por CATL. Un módulo de baterías más barato, con menor densidad, pero más resistente. El máximo responsable de ventas de Ford en Europa, Jochen Bruckmann, llegó a declarar: "Era mejor esperar seis meses y luego llegar al mercado con la última y mejor tecnología".
Sin embargo, ahora, Ford desmiente esa teoría, pero no aclara nada al respecto. En la web oficial sigue figurando que las baterías del Explorer son de iones de litio, aunque sí que es cierto que sólo se comenta una sóla vez en un apéndice minúsculo. Los americanos no están siendo tan transparentes como deberían. Todo hace pensar que no son baterías LFP dado el mayor alcance con respecto a las pilas de litio de Volkswagen y al hecho de que sería mucho más costoso buscar un proveedor externo exclusivo para ellos. Por el momento, las baterías son suministradas a Ford, pero en unos meses la fábrica americana de Colonia tendrá capacidad para iniciar la producción por su cuenta. Baterías y un nuevo modelo, el Ford Capri eléctrico, que conoceremos en apenas unos días.