Cada vez son más los fabricantes de automóviles que de una manera u otra se adentran en el nicho de mercado que conforma la movilidad eléctrica de última milla. Ford, particularmente, ya goza de una plataforma de patinetes eléctricos (Spin) y el fabricante americano podría estar barajando lanzar sus propias bicicletas eléctricas en base a la última filtración que se ha producido en la oficina de patentes, donde la firma del óvalo azul ha registrado un cambio automático sin cables para bicicletas eléctricas.
El cambio en cuestión atiende al concepto de una transmisión electrónica articulada en torno a un sistema por cadena tradicional. Lo que Ford propone con él, según se han hecho eco desde Iberobike, es el uso del nitinol en el desviador delantero, un material que resulta de la mezcla del níquel y el titanio.
Una de las principales características de la aleación de ambos materiales es que es ligero, muy resistente y anticorrosivo, por lo que en principio ha de tener una vida útil casi libre de mantenimiento. Sin embargo lo que parece interesar a Ford del nitinol no es nada de lo anterior, sino que tiene la capacidad de variar su forma cuando eleva su temperatura, y de recuperar la forma primigenia cuando la temperatura vuelve a caer.
Esquema de los desviadores de nitinol (134 y 136) actuando sobre la cadena.
Los elementos que estarían compuestos de este material son dos filamentos apostados en el desviador delantero, y serían éstos los encargados de conducir a la cadena a una marcha u otra según varíen su tamaño. Según se extrae de la patente que ha efectuado Ford, estos cables pueden llegar a alcanzar una temperatura de hasta cien grados en su sistema, y con esta temperatura provocarían el cambio en la morfología de los dos filamentos, y con ello el cambio de marcha automático.
El calor se podría desviar desde el propio motor con el que se genera con toda su fricción o desde la batería a través de pequeños impulsos en forma de corriente.
¿Es viable la patente de Ford?
Si esta patente llega a tener una aplicación comercial es una incógnita, ya que no todas las patentes que se efectúan llegan a ver la luz del día alguna vez, por muy ingeniosas que puedan llegar a ser. Uno de las ventajas que plantea conforme a una transmisión tradicional es que es más ligera gracias a la ausencia de componentes y potencialmente abarataría el coste tanto de producción como de venta.
En la actualidad como alternativa a los cambios por piñones y platos tradicionales, en bicicletas de pedaleo asistido es común encontrar algunos modelos que tan sólo gozan de una única relación de plato y piñon, pero que gracias al uso de un sensor de par que analiza aspectos como la velocidad de la bicicleta y la cadencia del pedaleo se encarga de adaptar la dureza de los pedales.
Detalle de la transmisión hidráulica de la OYO Bike.
Otra solución muy particular es la OYO Bike que conocimos gracia a su aparición entre los proyectos de Indiegogo. La bicicleta eléctrica de OYO hacía uso de una transmisión en la que en lugar de la cadena encontramos un circuito hidráulico controlado electrónicamente que se adecua a la velocidad de la bicicleta y del pedaleo.