Extreme E es un campeonato de SUV eléctricos que se celebrará a partir de 2021 en algunos de los lugares más recónditos de todo el mundo, como el Ártico o el desierto del Sáhara entre otros lugares. La tecnología con la que se llevará a cabo se basa en buena medida en la que tenemos en la actualidad en la Fórmula E, que comenzó con la segunda generación de monoplazas en esta temporada 2018/2019.
En los monoplazas eléctricos, tanto los chasis como las baterías proceden de un suministrador único, lo que por un lado iguala el nivel de competitividad entre los diferentes equipos y fabricantes y por otro reduce el coste o la inversión necesaria para participar en el campeonato. Esto ayuda a que sea más fácil costear un programa deportivo y que las marcas se centren en desarrollar los sistemas de propulsión, que a su vez sirve para que puedan hacer mejores coches eléctricos en el futuro.
En los SUV que se utilizarán en la Extreme E, los chasis y las baterías también serán de suministrador único. De hecho, al igual que en la Fórmula E, los chasis correrán a cargo de Spark Racing Technology mientras que las baterías las fabricará McLaren Applied Technologies. Esta rama de la marca británica proveerá un motor eléctrico para los equipos de la Extreme E, aunque se espera que se ofrezca la posibilidad de utilizar un sistema de propulsión propio. Los chasis se harán de manera que las diferentes firmas interesadas puedan montar sus propias carrocerías con la forma de sus modelos SUV eléctricos de producción en serie.
La Extreme E comenzará a rodar en 2021 (Fuente: Extreme E).
Además del chasis y las baterías, habrá otros elementos comunes para los coches y equipos participantes de la Extreme E. Entre ellos están las suspensiones, algo importante para rodar por zonas abruptas como las que están previstas en el primer calendario de 2021 y más con SUV eléctricos, que tendrán un peso en vacío bastante elevado por el hecho de ser vehículos grandes con sistema de propulsión y baterías. También serán de suministrador único las centralitas electrónicas y el software con el que se gestionen los motores.
Según palabras del propio fundador de la Extreme E y CEO de la Fórmula E Alejandro Agag, las baterías de la nueva categoría tendrán el doble de capacidad de las que utilizan en los monoplazas eléctricos. Esto se debe al simple hecho de que cada uno de los SUV de la Extreme E montarán dos motores eléctricos de especificaciones similares a los actuales de Fórmula E, por lo que se espera que cada uno de los SUV alcance una potencia de unos 500kW según se recoge en el medio Motorsport.com.
Esta iniciativa ya comienza a estar en marcha ya que Spark está desarrollando el primer prototipo y McLaren la primera batería. Este primer prototipo se entregará en el mes de abril antes de comenzar los test mientras que los primeros coches empezarán a entregarse a los equipos durante el mes de julio. Cada equipo podrá tener un solo coche, de manera que en la Extreme E participarán hasta doce equipos en un formato round robin (todos contra todos) y después una eliminatoria.