El Nissan Leaf fue lanzado en 2010 como el primer coche eléctrico de producción masiva del mundo. En su debut, marcó un hito en la industria del automóvil siendo pionero en el mercado y convirtiéndose en un símbolo de movilidad sostenible. En 2013, recibió una actualización que mejoró su autonomía y eficiencia, y en 2018 llegó una segunda generación con un diseño renovado, mayor autonomía y avanzadas tecnologías de asistencia a la conducción. Con más de 500.000 unidades vendidas a nivel global, el Leaf sigue a la venta, aunque ya superado por los modelos de la competencia, por lo que espera una renovación importante.
El Mitsubishi Outlander PHEV, presentado en 2013, fue el primer SUV híbrido enchufable del mercado mundial. Bajo su capó se unían la eficiencia de la tecnología híbrida con la versatilidad de un SUV. Con su sistema de tracción total, este modelo ofreció una alternativa atractiva para quienes buscaban un vehículo familiar con menores emisiones y capacidad de conducción eléctrica. Desde su lanzamiento, el Outlander PHEV ha recibido varias actualizaciones importantes, como un aumento en la capacidad de su batería y mejoras en su autonomía eléctrica en 2018. Con más de 300.000 unidades vendidas, y una versión completamente renovada en 2021 con mayor autonomía eléctrica y potencia y que no llegó al mercado español, el Outlander PHEV, vuelve ahora con la intención de revivir su éxito comercial.
Nissan y Mitsubishi crear una joint venture de baterías y conducción autónoma
Nissan y Mitsubishi han anunciado la formalización de una joint venture para impulsar el desarrollo de tecnologías avanzadas en baterías para vehículos eléctricos y conducción autónoma, un paso estratégico que se hará realidad en las próximas semanas. Contará con una inversión compartida entre Nissan y Mitsubishi, y se prevé que las primeras pruebas tecnológicas se realicen en 2025. A través de esta colaboración, cada fabricante aprovechará sus fortalezas.
En el campo de las baterías, Nissan y Mitsubishi estudian una iniciativa que permita conectar los coches a hogares y redes eléctricas privadas, ofreciendo así a los usuarios la opción de utilizar la energía almacenada en sus vehículos para abastecer sus hogares o incluso venderla a compañías eléctricas.
Además, la joint venture está considerando proyectos para reutilizar baterías usadas de vehículos eléctricos, dándoles un segundo ciclo de vida antes de su reciclaje definitivo, lo que podría contribuir a una economía más sostenible en el sector.
En relación con la conducción autónoma, con esta alianza, ambas compañías buscan avanzar en soluciones innovadoras para el transporte de pasajeros, aprovechando las ventajas de la tecnología autónoma de nivel 4. Este nivel de autonomía permite al vehículo operar sin intervención humana en ciertas condiciones.
Nissan está desarrollando vehículos con capacidades autónomas avanzadas, mientras que Mitsubishi se centra en la comercialización de sistemas basados en inteligencia artificial, diseñados para optimizar las rutas de transporte. De hecho, una de las metas de esta colaboración es lanzar en los próximos meses un servicio de taxis autónomos en regiones específicas de Japón, marcando un avance significativo en la movilidad urbana.
Con esta estrategia conjunta, Nissan proyecta incrementar significativamente sus ingresos en los sectores de conducción autónoma y vehículos eléctricos, con el objetivo de alcanzar los 2,5 billones de yenes para 2030 (aproximadamente 15 millones de euros).
